.Cerberus Proyect- Novela yaoi / homoerótica para mayores de edad.
 

Capitulo 24
A million and one reasons why not to

Sábado 12 de Diciembre.
Noche.

Yaku apartó la hoja en la que había estado trabajando, alzándola después y tirándola a la papelera en realidad. Bueno, no estaba pensando muy bien. Se levantó a prepararse un café, recordando cómo se había puesto Hai al irse. ¿Por qué tenía que estarse sintiendo culpable de nuevo? Sólo era un incivilizado, y había dicho esas cosas horribles de él además.

–Voy a buscar pitillos –Serkan se levantó, poniéndose la cazadora –. ¿Queréis que os traiga algo de cenar?

–A mí sí, toma... –le dio su cartera, y el otro la sujetó, lanzándosela de vuelta.

–Tráeme un sándwich ya que estás generoso –le pidió Shio, alzando la mirada de su portátil y sonriéndole. Así tendría tiempo de hablar con Yaku a solas.
–Vale, no busques mucho porno ahí... –bromeó, saliendo del laboratorio y cerrando la puerta, provocando que a Yaku le diera la risa de nuevo, aunque trataba de ser discreto.

Shio se levantó acercándose al moreno y tocándole la cabeza.

–Ríete, que me doy cuenta –sonrió, sentándose en una silla cercana y apartándole un poco los papeles –. Descansa la vista un poco.

–No estoy cansado... –le aseguró, cogiendo los papeles él mismo, no porque le molestase, si no por manía –Ah... me los dejó todos desorganizados –se quejó después agachándose a coger una notita del suelo que ponía: "Cada vez que me das la espalda, me fijo en tus nalgas." Enrojeció y la apartó, metiéndosela en un bolsillo.

Shio sonrió un poco más porque la había leído en su mente, pero decidió hacerse el loco.

–Yaku, sé que te estaba molestando y todo eso, pero realmente te gusta ese chico, ¿no?

–Claro... que no –casi le hizo tartamudear –. Lo que pasa es que me da un poco de pena. Si supieras dónde vive, lo comprenderías, aquello era horrible y asqueroso, no sé en qué porcentaje de cada cosa.

–Entonces te preocupa... De cualquier manera, te agrada, ¿verdad? –insistió, no sabía por qué era tan terco.

–Qué insistente, Shio. Si tanto te agrada puedes quedártelo tú –protestó frunciendo el ceño –. Yo no necesito eso, y mucho menos con alguien tan maleducado.

–¿No lo necesitas? Yo creo que es exactamente lo que necesitas, alguien que no acepte un no como respuesta. Alguien que no comprenda tus reglas. Yaku... no tiene nada de malo si te gusta. A él sí que le interesas.

–Sí, a él le interesa que le compre comida y cosas. ¿Te crees que soy idiota? No lo soy, no pienso convertirme en uno de esos hombres maduros y estúpidos que tienen una sanguijuela pegada, absorbiéndoles el dinero sólo para poder tener sexo. Y no es como que lo necesite además, estoy ocupado, ni siquiera pensaba en eso –mintió descaradamente, aunque sí era cierto que podía olvidarse de que el sexo existiese siquiera, por días.

–Está bastante claro que Serkan no te ha dicho nada y que no te molestaste en preguntar –suspiró, negando con la cabeza. No podía dejarlo así –. Ese chico rechazó dinero a cambio de poder seguir viéndote. ¿Vas a decirme que aún no le crees?

–¿Qué dinero? –frunció el ceño, pensando que iba a matar a su hermano cuando regresase –¿Pensaba pagarle para que desapareciese? ¿Es que no ve que es importante para lo que estamos haciendo? Es imposible... y... ¿a quién se le ocurre hacer algo así? ¿Somos yakuza ahora? –se llevó la mano a la frente, lo iba a volver loco con ese cambio de actitud tan horrible.

–Claro que no, cálmate. No fue el mejor método, pero Serkan sólo intentaba averiguar precisamente eso. No quiere que salgas lastimado, así que no le digas nada, ya hablaré yo con él –le aconsejó, no quería una repetición de la última pelea.

–Sí, mejor que no le diga nada o le voy a pegar... –confesó sinceramente, aunque seguía confundido –. A lo mejor simplemente rechazó el dinero porque prefiere tener una fuente de ingresos y no dinero ahora y ya perderse, es normal.

–Y sólo vas a asumir eso y ya... –exhaló Shio, pensando que era un terco –Puede que esté equivocado, pero a mí no me lo parece. ¿Por qué piensas que te ve de esa manera? ¿Por lo que dijo? No es muy inteligente si te revela su plan de buenas a primeras.

–Que no es muy inteligente me parece una obviedad a mí –se apoyó en una mano, mirando a sus papeles –. Además, ¿qué importa? No me interesa esa clase de relación.

–Claro que sí. No puedes quedarte solo para siempre por temor a... ¿A qué le tienes miedo, Yaku? –le preguntó directamente, cruzándose de brazos.

–No tengo miedo. Es algo de sentido común, es inapropiado estar con un hombre, y a mi edad, no debería estar haciendo tonterías con cualquier chiquillo, menos aun con uno que vive en un barrio donde el portero es un borracho que parece la alfombra de “Welcome” –se pasó la mano por el cabello, suspirando –. No quiero quedar como un idiota.

–No vas a quedar como un idiota sólo porque te guste alguien –contestó, notando que la última frase era la verdadera respuesta. Le causaba un poco de gracia su manera de ocultarlo, pero no era el momento para meterse con él –. Y recuerda que soy gay y no me considero inapropiado.

–Pero es inapropiado para mí... –se disculpó, sonriendo ligeramente, porque sabía que eso no tenía ningún sentido –. Mi madre haría todo un drama. ¿Ves? Te hablo de mi madre cuando pienso en tener una relación. ¿Sabes lo que eso quiere decir? Pues que pienso en alguien a quien no me avergonzaría presentar a mi familia o llevarlo conmigo a cualquier lado. Pero sinceramente, Hai no puede ser esa persona.

–Pues eso está mal, no deberías pensar en tu madre, deberías pensar en qué te hace feliz a ti. ¿Te gusta ese chico o le gusta a tu madre? ¿Acaso tu madre va a salir con él? –le apoyó las manos en los hombros, mirándolo a los ojos –Yaku, sabes que te conozco casi tanto como Serkan. Te digo estas cosas por tu bien. Ese chico puede ser algo importante, o puede que no, pero no lo sabrás si continúas huyendo...

–Se ha vuelto a enfadar, así que, ya da igual si era importante o no. En mi opinión sólo quiere tener sexo, se ha encaprichado y ya está –lo miró a los ojos, sintiéndose presionado y apartándolo de él con cuidado. Cogió la nota y se la mostró, mirando a otro lado porque le daba vergüenza ajena que alguien hiciera cosas así.

–Yo creo que buscaba llamar tu atención, es un poco crío, ¿no lo crees? De todos modos, podrías tener sexo con él y ver qué sucede... pero no harás eso –contestó por él antes de que Yaku protestase –. Lo verás de nuevo.

–Sí, probablemente me lo cruzaré cuando vaya a robar al supermercado o algo así –le dijo sarcásticamente y secretamente rebelando que sí quería verlo –. No voy a tener sexo con él y ver lo que sucede, eso es algo que se hace en confianza, si quiero hacer deporte, me voy al gimnasio, y si quiero desahogarme puedo hacerlo solo. Y no me esperaba eso de ti –le comentó después, casi decepcionado –. Quédate con mi cena, me voy a casa.

–Claro que no –lo detuvo, sintiéndose extrañamente reñido –. No lo sugería en serio, sé que tú no lo harías. Pero Yaku, si alguien rechaza dinero a cambio de poder seguir viéndote, ¿cuáles son las posibilidades de que lo vuelvas a ver? Científicamente.

–Del cien por cien porque yo iré. Mentí, voy a verlo –se puso la cazadora, pensando que se pasaba el tiempo detrás de ese chico.

–Le pediré a Serkan que te deje la cena en casa –le aseguró aunque seguramente comería con el chico –. Buena suerte, Yaku. No te pongas a discutir con él, recuerda que es un crío.

–No voy a discutir, voy a disculparme por mi hermano, ya está, y me voy, no hace falta que me desees suerte que no le voy a pedir su mano –miró la hora, pensando que las diez no eran horas de ir a disculparse con nadie –. Mejor no voy, la verdad... no quiero ir a ese barrio de noche.

–Voy contigo –se puso de pie, yendo hacia su escritorio para tomar su propia cazadora. No iba a permitir que se echara hacia atrás, era el rey de las excusas –. Le dejaré una nota a Serkan.

–Está bien..., pero siento que no serás de gran ayuda si pasa algo... –lo miró, preguntándose qué pensaba hacer si los atracaban o algo así.

–¿No? Pero podré saber por dónde nos van a atacar. Algo es algo –bromeó, dudando mucho de que los fueran a atacar de la manera en la que probablemente imaginaba Yaku.

–En serio, creo que no es una buena idea, a lo mejor ni siquiera está en su casa, y hace mucho frío allí, y no tiene electricidad. Lo había olvidado, mejor voy mañana... Tendría que subir a ciegas esas escaleras horribles y nos caeríamos, nos pincharíamos con algo, o a saber si otra cosa peor –lo sentó, sacándose la cazadora –. Hay demasiadas dificultades.

–No, no hay dificultades, sólo posibilidades funestas que si llegan a sucedernos será porque tenemos la peor suerte del mundo –lo sujetó por los hombros ya llevándolo hacia la puerta –. Tengo una linterna.

–Eres realmente insistente, mucho... –protestó, pensando que aquello era muy inconveniente y no le agradaba, además, ahora se sentía forzado –. Y deja esa nota al menos.

–Ya, ya la dejo, pero no te escapes. Insisto porque quieres que insista –se rio, pensando por un momento en las palabras de Serkan y escribiéndole aquella nota, explicando por encima.


Continua leyendo!

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro foro yaoi

yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back