Capítulo 26- To Never Betray and To Never Stop Loving
El ángel se presentó ante su Señor, con la
cabeza baja no por la vergüenza, si no por la confusión.
Además de que sabía lo atareado que estaba últimamente
aunque nunca le había negado su atención. –
Yavé... -lo llamó, alzando un poco la mirada y sonriendo,
pensando que estaba siendo tonto. – Necesito hablar....
-Ven y acércate…- el moreno le sonrió porque
de sobra sabía que ese momento iba a llegar y golpeó
las pieles a su lado para que se sentase allí con Él.
Auriel se acercó sentándose y mirándolo, inmediatamente
sintiéndose reconfortado por su presencia y su sonrisa. –
Sabes por qué he venido, ¿verdad? Es acerca de Samael.
Yavé lo rodeó aún sonriendo –Así
es, ya sé que os amáis- le apartó un mechón
de cabello del rostro atrayéndolo contra su pecho –No
hay nada de malo en ello… aunque recuerda que Samael es un
demonio- le sujetó la mano con suavidad –No debes permitirle
todo… a pesar de que debes confiar en él…
- Lo sé, por eso he venido a buscar tu consejo. Sabes que
no haría nada que pudiese traicionarte o lastimarte. –
le sonrió, mirando su mano y dejándose abrazar tan
cariñosamente. – Pero no siento maldad en él
cuando me abraza o me besa.... Sé que es sincero y sé
que sufre.
-Es natural en los demonios sufrir y estar atormentados, Auriel…
es algo que debes aprender, jamás podrán ser completamente
felices porque sienten remordimientos… que se pueden convertir
en rencor…incluso en odio… Tú sabes que yo lo
sé muy bien… pero aún así, no por ello
debes dejar de amarlo- deslizó los dedos entre su cabello
observando su rostro –No debes dejarte llevar a unirte con
él, eso no es necesario para amar, debes esperar… Necesito
que me demuestres cuan fuerte puedes ser por mí, habrá
un importante papel que deseo que cumplas… cuando llegue el
final de los tiempos…
Auriel alzó el rostro, observándolo serio, a sabiendas
de que sería difícil y mucho. No sólo por Samael,
él también lo deseaba. – Lo haré, si
tú me lo pides, por supuesto que soportaré. Pero no
podría dejar de amarlo ni siquiera por eso. Obedecería
tus órdenes pero me sentiría morir por dentro. –
sonrió débilmente, recordando lo que lo había
extrañado sólo con que desapareciese antes. –
Pero ¿me permitirás estar a su lado? Aún de
esta manera.
-Sabes que sí…- el moreno lo miró a los ojos
acariciando su rostro aún y le sonrió levemente –Es
duro. pero se puede amar así Auriel… yo amo a Lucifer
y ni siquiera podemos estar juntos, a pesar de sus palabras y de
sus actos contra mí, existen pocos momentos en los que podamos
sonreír… Pero si os amáis, nadie ni nada lo
impedirá, sólo mantén esa promesa… o
rómpela, pero entonces deberé buscar a otro ángel
y en ninguno confío tanto como en ti. El futuro de todos
vosotros depende de mi elección.
- No la romperé. – le aseguró el chico negando
firmemente con la cabeza. Podía verlo en sus ojos, lo mucho
que sufría aunque sonriese. Él no le iba a fallar
también. – Lo amaré tanto que no tendrá
necesidad de eso. Y si no puedo hacerlo..... seguiré amándolo
supongo – sonrió, pensando que le era imposible hacer
otra cosa. – Gracias, por confiar tanto en mí.
-Sólo te devuelvo la confianza que tú has depositado
en mí, Auriel…- le besó la frente y sonrió
un poco apoyándose con la espalda hacia atrás –Si
ya estás tranquilo, puedes ir- le acarició la mano
aún sonriendo –ayuda a tus hermanos…
El albino le sonrió de vuelta, inclinándose un poco.
– Así será. – se alejó un poco,
mirándolo luego, antes de salir. – Todo saldrá
bien al final, no tengo dudas. Estoy seguro de que incluso Samael
lo comprenderá.
Yavé le sonrió mirándolo a los ojos –Pero
jamás lo admitiría aunque lo comprendiese… eso
es algo de lo que también te darás cuenta con el tiempo…
que jamás admiten nada que venga de mí…
Auriel sonrió murmurando. –Está bien, cuando
Samael lo comprenda, no tendrá que admitirlo, yo lo sabré.
– extendió las alas, echando a volar para volver a
su puesto mucho más tranquilo, aunque sabía lo problemáticas
que iban a ser las cosas. Estaba dispuesto a soportarlo.
|