Capitulo 66
Theories and practice
Viernes 18 de Diciembre
Mañana.
Shio se apartó un poco, relamiéndose y sonriendo.
–¿Estás seguro de que deberías haber
hecho esto? Creo que hemos sido irresponsables.
–Nunca estoy cansado para esto... –murmuró
Serkan, resoplando bajo Shio, que ahora estaba sentado sobre sus
caderas. Sonrió un poco, sujetándoselas justo sobre
las nalgas –. Estos polvos son los mejores, ya sabes... los
de después de discutir, y los de sobre compensación.
–Sí, pero no quiero que te desmayes por el esfuerzo,
sé que soy exigente –se rio con suavidad, observándolo
y apartándole el cabello sudado de la cara con una mano –.
¿Qué vamos a hacer ahora?
–Dormir, luego comer... y luego repetimos la misma secuencia.
Como los bebés... –bromeó, pegándole
una nalgada –. No lo sé, por mi parte espero que todo
esto haya terminado, y... intentaré averiguar todo lo posible
sobre ese tipo, Jona.
Y yo te ayudaré –le aseguró, quitándose
de encima para acostarse a su lado –. De ahora en adelante
vamos a tener que ser más cuidadosos. Las cosas han cambiado,
¿no lo crees?
–¿En qué sentido vamos a ser más cuidadosos?
Yo voy a seguir del mismo modo –se giró de medio lado
para coger un cigarro, tirando después de las mantas para
no enfriarse.
–En el trabajo. No puedes seguir del mismo modo porque no
te lo voy a permitir. Una cosa es arriesgarse no teniendo nada,
esto es distinto... –le quitó el cigarro sólo
por jugar, se preguntaba si se molestaría, pero en realidad
no hizo nada, se quedó mirándolo un momento, y luego
le pasó el mechero para que se lo encendiese él.
–No, creo que voy a dejar a un lado el proyecto Cerberus...
es... demasiado peligroso, y no se trata sólo de mí,
además... lo sentía algo personal, pero ahora mi contrincante
está muerto... de nuevo –torció la sonrisa,
sintiéndose un poco extraño.
–No me refería a ese proyecto. En mi mente no había
ninguna duda acerca de si ibas a continuar o no –le aseguró,
llevándose el cigarro a los labios y encendiéndolo
sin tragarse el humo. Se lo pasó a Serkan luego, sujetándolo
con dos dedos –Hum... tal vez estaba hablando de mí.
–Hum... –Serkan sujetó el cigarro entre los
labios, esperando a que lo soltase y murmurando –. ¿Y
a qué te referías? Normalmente no hacemos cosas muy
peligrosas...
–A que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que pudiese
llevarme un paso más allá. Si no hemos hecho algo
peligroso antes, no ha sido por falta de ganas –le aseguró,
suspirando –. ¿Te sientes bien ahora, Serkan?
–Tú dirás, acabamos de echar un polvo... –lo
miró de soslayo, sonriendo luego un poco y asintiendo –.
Sí, me siento bien, pero tengo miedo aún, espero que
ese tío, supiera deshacerse de... bueno, no quiero regresar
a esa realidad. La verdad es que me gustaría perderme una
semana o dos contigo. Lejos de todo esto.
–Hagámoslo. No creo que Yaku quiera separarse de Hai
tampoco. Salgamos de la ciudad –sugirió, recostándose
de nuevo –. Estoy seguro de que todo terminó. Pasaré
por tu piso más tarde, para asegurarme de que no haya nada
que pueda incriminarte. No te preocupes.
–Hay dos dedos que pueden hacerlo –le recordó,
pasándose la mano por la cara y riéndose un poco,
se sentía liberado, pero al tiempo era increíble.
No, simplemente no había sido él, no lo asimilaba
y no pensaba hacerlo. Nadie lo comprendería si no había
pasado por aquello, debía hacer desaparecer todo rastro de
su relación con eso, por suerte a Jona nunca lo habían
atrapado, y eso es que era listo, suficiente para él.
–Me desharé de ellos –le aseguró serio,
aunque no era una tarea que lo emocionase, pero estaba dispuesto
a lo que fuera con tal de proteger a Serkan –. Ese hombre,
realmente está muerto, ¿verdad?
–Claro, ya lo estaba, no olvides que sólo... Bueno,
aún no tenemos una explicación ni siquiera medianamente
pseudo científica, pero estoy seguro de que me pasaré
años tratando de saber qué ocurrió hasta conseguirlo...
Pero estoy seguro de que este cuento, se ha acabado.
–Me alegro, sólo quería escucharlo de tus labios
–sonrió, pegándose a él y besándole
una mejilla –. Si conseguimos dar con la explicación,
quizás logremos descubrir algo impresionante incluso. Por
lo menos tendríamos algo positivo que sacar de todo esto.
–Sí, aunque creo que si sabemos cómo lo consiguió,
yo no pienso tratar de averiguar si funciona –le aseguró,
girándose hacia él y mirándolo a los ojos,
besándole los labios de forma superficial antes de volverse
de espaldas y apagar el cigarro.
–Como si te lo fuera a permitir... –se rio, negando
con la cabeza. Definitivamente, no pensaba volver a poner a Serkan
en peligro y mucho menos dejar que él mismo lo hiciera –.
No, sólo propongamos la teoría, la verdad... con saberlo
yo me basta, no necesito un reconocimiento.
Serkan torció los labios en una sonrisa, quedándose
acostado así, de lado, y echando una mano hacia atrás
para que se aproximase a su espalda.
–Ven, tengo la espalda fría –protestó,
rodeándose con su brazo –. ¿Sabes qué
es lo bueno de esto?
–¿Qué podemos quedarnos en cama todo el día
y nadie protestará? –sonrió, pegándose
a él y abrazándolo –Estás calentito...
–Que eres mío... –se rio, sujetándole
la mano y aún sonriendo de aquel modo entre infantil y cara
dura, girando la cara un poco para mirarlo de soslayo.
–Te equivocas, tú eres mío –le contestó
el moreno, riéndose un poco y mirándolo a su vez,
como retándolo.
Serkan le gruñó un poco, haciendo temblar un poco
la nariz y mordiéndole el labio de broma, volteándose
para abrazarlo, jugando con él.
Shio lo sujetó por la cintura, mordiéndolo de vuelta,
y riéndose por estarse comportando como un chiquillo.
El menor de ambos hombres alzó la mano y apagó la
luz de un toque, riéndose y besándolo otra vez a pesar
de todo.
FIN
Continua leyendo!
|