.Cerberus Proyect- Novela yaoi / homoerótica para mayores de edad.
 

Capitulo 52
Reassurance

Martes 15 de Diciembre
Noche.

–No quiero ser desagradable, pero la verdad... no pienso comer pizza –Senzo se sentó en la cama de nuevo. Ya habían regresado a sus cuartos después de cenar, aunque él había pedido otra cosa para ellos dos –. Si fuera una pizza artesana al menos, pero eso... a saber lo que lleva, y yo no tengo ya dieciséis –se quitó la camiseta y la dejó sobre la mesilla, pasándose una mano por el cabello.

–No tuviste que comértela, ¿o sí? –sonrió Hiroki, al escuchar cómo se quejaba y sentándose a su lado, apoyando las manos en el borde del colchón –Te ves mucho mejor que cuando tenías dieciséis.

–No... –se rio, sintiéndose adulado y girándose para abrazarlo, rodeándole el cuello antes de besarlo –. Tú estás más guapo que nunca.

–Hago lo que puedo... De todas maneras es tu culpa –sonrió, un tanto cohibido a pesar de todo y besándolo nuevamente, con suavidad –. ¿Cómo te sientes?

–Mal, bueno... no muy bien –se sentó en sus piernas, sin soltarlo –. No me gusta estar aquí, y no me gusta que nos estén observando, es odioso y... esa gente no es mi tipo. Además, siento que me miran mal porque digo las cosas como son.

–No lo creo, creo que eres un gusto adquirido para muchas personas, como el caviar por ejemplo –le sonrió, definitivamente era fino y a él le encantaba así. Le gustaba verlo sonreír cuando conseguía uno de sus caprichos –. Y no me parecen malas personas, a pesar de esos dos...

–Tal vez no, pero esos dos me ponen nervioso. No tienen educación, y había un mal ambiente... Creo que ese Yaku, no tenía el labio roto cuando lo vimos, definitivamente no, y me gustaría decirle que ese novio no hace buena pareja con él... –resopló, apretándose contra él y besándole el cuello –. Hiro... –susurró en su oreja –, tienes que cambiarte bajo las sábanas, o me voy a poner odioso.

Hiroki se rio, bajando el rostro y negando con la cabeza.

–¿De quiénes estás hablando en primer lugar? Además, tú también te cambiarás bajo las sábanas, ¿cierto?

–Sí quieres... –se rio entre dientes, pensando que a él le daba igual, era un poco exhibicionista –. Y hablo de los dos energúmenos, ya sabes.

–Yo hablaba de los científicos... Me parecen un poco irresponsables –se rio, pensando de pronto que tal vez no debería haberle dicho eso. No quería que se preocupase.

–A mí también, pero trato de pensar en Sazae e Ikemoto en este caso... Ya puedo ver a Ikemoto metiendo mano a Sazae y él protestando todo el tiempo. No se verían muy confiables... pero lo son. ¿Recuerdas lo mal que nos llevábamos nosotros con Ken y Koganeloechodemenos?

–Sólo ha pasado un día, y ni siquiera completo –lo acarició, sonriendo un poco y entrecerrando los ojos –. Y eso intento, por eso estoy aquí. Además, creo que ese Yaku está pensando en todo lo demás, siempre y cuando no lo distraiga su novio.

–Sí, creo que es el más confiable y serio. Los otros dos... Uno es molesto, con eso de leer mentes, y el otro... ¿qué es lo que hace? La verdad, sé que lo leímos, pero con ese aspecto y sus caras de “estoy pasando de todo”... me cuesta creerlo. Aunque si pasó un año en coma allí encerrado... supongo que eso lo debió dejar medio mal de la cabeza...

–Es ingeniero y... no lo sé, podríamos aplicar la misma lógica para nosotros. Estuvimos en ese túnel después de todo, y viviendo en ese pueblo... A veces me pregunto si incluso antes de eso... algunas personas no eran reales... si me comprendes.

–No lo sé, no me gusta pensar mucho en eso, me dan paranoias... –le tocó las orejas con las puntas de las uñas, rodeándole el cuello después y echándose hacia delante de pronto, tirándolo en la cama –. ¿Qué puedo hacer mañana si Keita regresa?

–No lo sé, aunque me gustaría decirte “No practiques sexo con él”. Por lo menos no estamos solos, creo que lo mejor sería intentar sacarle más información. Pregúntale acerca de ese hombre.

–Vale, será lo mejor, porque... ¿sabes? No quiero avisarlos por el momento. No quiero que Keita desconfíe de mí o me odie, eso podría provocar que por desesperación te hiciese daño a ti. Además... me dijo que lo ayudase a quedarse en tu cuerpo –lo miró a los ojos fijamente, había preferido no contarle eso –, pero no le dio tiempo a explicarme cómo.

Hiroki lo miró serio, aquello lo había asustado realmente. Le tocó el rostro, acariciándolo con suavidad.

–Debiste decirle eso a los demás, aunque seguramente ese Shio ya lo sabe... –suspiró, pensativo –No, no lo asustes, sólo convéncelo de que te hable... Dijo que lleva mucho tiempo sin salir, ni beber ni nada de eso. Seguramente también lleva mucho tiempo sin conversar.

–Sí, además, con lo ególatra que es, seguro que le encanta hablar de él. Espero que me diga cómo piensa hacerlo, para evitarlo, y para ver si hay alguna manera de hacer lo contrario. Lo siento por él, pero... se jode.

–No te preocupes, no creo que sea tan fácil o estaríamos llenos de fantasmas poseyendo cuerpos... –sonrió para tranquilizarlo, lo cierto era que él haría lo mismo por Senzo, no permitiría que nadie le hiciera daño. Además, a pesar de que no recordaba nada, un sentimiento incómodo lo embargaba de sólo pensar en quedarse en aquel lugar para siempre –Tampoco vayas a arriesgarte, ¿eh? Si te encuentras en peligro...

–No creo que suceda nada... –aventuró, pensando que ya no le parecía tan terrible, el tal Keita, pero mejor no lo decía.

–Bueno, pero de todas maneras, esos científicos no están allí por el gusto y tienen más experiencia que nosotros en este tipo de cosas –le recordó, seguro de que se pondría terco en todo caso.

–Ajá... eso ya lo veremos. No sé yo si tienen mucha experiencia, o muchas ganas de tenerlas, que no es lo mismo. No es lo mismo ver mucho porno y leer textos de sexología, que echarse un polvo –se rio, mordiéndole de broma la quijada –. ¿Te ha gustado mi comparativa tipo Ken?

Hiroki se rio, abrazándolo con fuerza de pronto.

–Casi te ha salido perfecto, pero me refiero a que han estudiado estas cosas. Nosotros... –Nosotros también, por lo menos yo, finalizó en su mente, recordando de pronto la cantidad de libros que se había leído sobre el tema. Incluso había llevado algunos allí.

–Nosotros no, pero tú seguro que sí... –Senzo le pasó las manos por el pecho, apoyándose en él para alzarse un poco, hasta sentarse a horcajadas sobre él otra vez –. Acostémonos –le pidió, desabrochándole la camisa despacio –, que quiero estar abrazaditos mientras hablamos. Hace frío aquí.

–Métete bajo las mantas. ¿No querías que me desvistiera así? –sonrió, frotándole los costados y la espalda para darle calor –Debimos pedir que subieran la calefacción... Es nuestro derecho después de todo.

–Hum... seguro que ya nos están llamando esnobs sin necesidad de eso –se rio, levantando las sábanas y esperando a que se metiese bajo las mismas para acompañarlo. Le quitó la camisa entonces y empezó a abrirle el pantalón, colándose bajo las mismas y besándole el abdomen. Salió de nuevo, con el cabello revuelto, girándose de frente en la cama para sacarse su pantalón.

Hiroki se rio por cómo se veía. Le fascinaba Senzo, siempre había sido así, a pesar de sus inseguridades propias.

–Yo no soy un esnob, es sólo que he trabajado mucho para llegar a donde estoy y prefiero no pasar incomodidades por... Sueno como un esnob, ¿verdad? –se rio de nuevo, enrojeciendo un poco.

–No lo sé, a mí me suenas a triunfador –Senzo volvió a girarse, apoyando el rostro en su pecho y acomodándose un poco el cabello, alzando la cara para darle un beso de buenas noches –. ¿Sabes lo que me está preocupando? –preguntó mientras acariciaba su pecho –Sólo hay un baño.

¿Por qué te preocupa eso? Tiene cerrojo –le aseguró, acariciándole el rostro y apartándole el cabello del mismo.

–Me da asquito... Es como usar un baño público, y ya sabes... están esos dos.

–No creo que suceda nada. A lo mejor no se bañan, aunque... no sé si eso es aún peor –contestó, sonriendo un poco e intentando recordar, pero no había sentido ningún mal olor.

–Qué asco –Senzo frunció el ceño, pensando que él no podía estar sin bañarse todos los días –. Mejor no hablemos de eso... –le pidió, rodeándole la cintura y cerrando los ojos –. Vamos a dormir, no vaya a ser que nos despierten después con a saber qué.

–No tiene por qué suceder eso –sonrió, besándole la frente y cerrando los ojos también. Sabía que era estúpido por su parte desear que los problemas desapareciesen mágicamente, pero también sabía que era natural.

–Ni por qué no... –contestó, besándole el pecho y subiendo una mano para apagar la luz, abrazándolo de nuevo después.


Continua leyendo!

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro foro yaoi

yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back