Capitulo 27
Familiar feelings
Domingo 14 de Diciembre.
Medio día.
–¿Quieres ir a buscar algo de comer antes de regresar?
Senzo me estará esperando... –murmuró Hiroki,
no como una duda, estaba seguro de aquello, así como también
estaba seguro de que estaría con Kogane.
–Ya te dije que tenía que hacerlo. Sabíamos
que ibas viejo, lo que no, es que tuvieses pérdidas de memoria
tan pronto... –le dio en el hombro, como compadeciéndose
de él –. A mí también me estará
esperando Kogane, pero no saben a qué hora acabamos con eso,
ni que fui a comprarme esto –dijo alzando una bolsa –.
O que estuviste probándote unos pantalones conmigo en el
cambiador.
–¿Por qué dejé que me convencieras?
–se tocó la frente con una mano en señal de
arrepentimiento –No vayas a decírselo, o pasaré
el resto del día sintiendo las miradas de Senzo.
–No pensaba hacerlo, no quiero que me mate Kogane con lo
joven que soy –se rio, dirigiéndose hacia una tienda
de comidas preparadas que sabía no quedaba muy lejos –.
¿Qué opinas de todo eso que nos hablaron esos chiflados?
Yo creo que sólo son unos desesperados de esos que se mueren
de ganas de que alguien les diga que realmente son ciertas las chifladuras
en las que creen. Quiero decir... nosotros ni siquiera entendemos
hoy en día lo que sucedió allí.
–Sí, tal vez tienes razón, aunque no pude
evitar pensar en Ikemoto y Sazae. Me pregunto si eso es lo que parecen
para el resto de la gente... –sonrió, imaginándose
aquello –, pero lo cierto es que no me ha sucedido nada extraño,
ni en ese momento ni ahora. En todo caso diría que dadas
las circunstancias fue algo bueno.
–Cierto, no le des más importancia, y aléjate
de ellos. No puedes comparar a Ikemoto y Sazae con esa panda. A
ellos les sucedió eso accidentalmente, estos... lo están
buscando, si algo les pasa, les está bien, mejor les sería
dedicarse a algo más productivo –se guardó las
manos en los bolsillos del pantalón flojo que llevaba, mirando
al suelo y pegándole una patadita a un papel –. ¿Sabes
lo que me jode?
–No, yo no leo mentes como ese tío... –sonrió
ya que estaba seguro de que eso no era posible, aunque todavía
no comprendía cómo se habría enterado de aquello.
–Pues si es cierto que las lee, no veas, debe saberse a
Kogane desde todos los ángulos. Hasta me lo imaginaba echándole
cortes de manga a ver si ponía alguna cara de shock, y no
–se rio –. Pero me voy del tema. Lo que me jode es que
Senzo ya ha entrado en ese modo, y sé que ahora estás
preocupado por perderlo, pero no puedes dejar que haga de ti lo
que le dé la gana. Quiero decir... tiene que entender que
necesitas tiempo para mí –luego se rio, pensando que
solía decirse “para ti” –, y sin caras
de culo.
–Senzo lo comprende... Bueno, no lo sé –negó
rindiéndose y pensando en lo que le había dicho el
chico –. Dice que no puedo evitar que se ponga celoso, que
es normal, pero él también necesitará tiempo
para estar con Kogane, por ejemplo. La verdad, creo que voy a tener
que acostumbrarme a sus miradas y no dejar que me afecten. Claro
que entonces me preocupa que se moleste por no verme afectado –se
rio, era algo imposible.
–Sí, es posible... –le acompañó
en la risa, tocándose el cabello con la mano –. Lo
entendería si nos hubieran visto besándonos, y ni
yo quiero ver eso... –negó con la cabeza, pensando
que tenía una imaginación excesiva –. Cuando
a veces me besa algún compañero, o compañera,
ya sabes, porque se emocionan o yo qué sé, luego de
una actuación. Yo luego sólo sé rezar porque
no llegue a enterarse. Y no estábamos hablando de esto, ¿cierto?
Se suponía que lo otro era preocupante...
–Ese beso no fue culpa nuestra y... ¿qué es
lo otro? –preguntó, haciéndole entender que
le preocupaba más la furia de Senzo que cualquier otra cosa.
–Los sucesos paranormales, memo –se rio –. Tanta
carrera para luego ser tan baka. Que sólo tienes a Senzo
en la cabeza, y aún no me dices qué pasó esa
noche...
–Sabes lo que pasó, discutimos, casi tuve que tumbarlo
de verdad para que no se fuera... Sin embargo, eventualmente logré
que me escuchase, creo que es porque nunca le había alzado
la voz antes. Deberías haber visto su cara... –sonrió,
negando con la cabeza, aunque sí se arrepentía de
haberlo abofeteado –Aclaramos las cosas y... al final fuimos
a mi piso. El resto está censurado.
–Al menos dime si estuvo bien... –se quejó,
riéndose –. Seguro que Kogane tiene todos los detalles.
–Estuvo genial... Mejor de lo que imaginaba –le confesó,
mirándolo a los ojos, y sonriendo aún –. Y luego
casi discutimos de nuevo...
–¿Es que ni siquiera el sexo os cansa las ganas de
hacerlo? –se quejó, aunque estaba sonriendo, se alegraba
mucho por él –Y eso que decías que sólo
ibais a charlar, ya sabía yo que no, con lo salido que estaba
Senzo.
–Bueno, los dos llevábamos años esperándolo.
La verdad no puedo echarle toda la culpa a Senzo –se rio,
enrojeciendo un poco por lo que iba a decir –Cuando éramos
adolescentes... eso me daba un poco de miedo. Claro que tenía
muchas razones maduras para no admitirlo.
–Siempre tenías razones “maduras” para
todo, Hiroki –se rio, pegándole una nalgada –.
Y yo follaba mucho menos de lo que decía.
–Lo sabía –se rio el chico también, cubriéndose
las nalgas –. Y no te rías de mis razones, pasaba mucho
tiempo pensando en ellas. ¿Qué te ha dicho Kogane?
Acerca de esto...
–¿De qué? ¿De lo sobrenatural o de
lo de Senzo y tú? Tampoco leo mentes. Ni sé lo que
tengo en la mía.
–De lo de Senzo y yo... –se rio, sacudiendo la cabeza
–Mira, ya llegamos. Por cierto, qué irresponsable estoy.
Me da vergüenza.
–No lo estás –sonrió, negando con la
cabeza –. Pienso que era lo que tenía que ocurrir,
y que espero que no la caguéis de nuevo, porque seguro que
regresáis, y perdéis un bonito tiempo entre tanto...
–cogió un papel de comercial para ver lo que servían,
preguntándose qué preferiría Kogane.
–Pero aún no me dices qué piensa Kogane...
–sonrió, ya que en realidad lo ponía un poco
nervioso a pesar de todo. Cogió el papel, pensando en Senzo
también. Tendría que fijarse en las calorías
o le diría que lo estaba intentando poner gordo.
–Me lié –se rio, pidiendo al camarero y esperando
a Hiroki –. Y ya sabes, lo mismo que yo. Está contento
por los dos, aunque le gusta hacerse el duro y decir que sólo
le importa Senzo, es mentira, siempre me preguntaba por ti de formas
que él creía sutiles.
Hiroki sonrió un poco, enternecido internamente.
–Lo sé, Kogane es un orgulloso, con tu permiso...,
pero en realidad es blando, ¿no? Aunque creo que le jode
que sólo sonría cuando me dice una de sus cosas –se
rio, ya que no pensaba dejar de hacerlo.
–Claro, a él le gustaría tener una luchita
o algo –se rio divertido –. Y sé que es orgulloso,
pero a mí me gusta eso, es una de las cosas que más
me gusta. En realidad tiene tantas inseguridades como cualquiera,
pero es encantador porque las reserva para mí.
–Cuánto amor... –sonrió de nuevo, tomando
lo que les traía el camarero y sacando su cartera para pagar
antes de que Ken se le adelantase –. Kogane no sería
Kogane si no se comportase así.
–Y tú y yo no seríamos nosotros si no nos
peleásemos por la cuenta. El que la pague es más macho
o algo así –se burló, aunque no iba para nada
en serio.
–No, pero no quiero dejarte la responsabilidad siempre, es
como si me aprovechase –le aclaró, tomándolo
en serio y añadiendo luego –. Esta vez te quedarás
aquí por un tiempo, ¿verdad?
–Sí, de momento no tengo nada y he ganado bastante
pasta con lo último. Además, Kogane está nervioso
con lo sucedido, y no quiero dejarlo solo por un tiempo, ya sabes
–se encogió de hombros, tomando la bolsa y caminando
hacia donde estaba el coche de Hiroki, ya que suponía que
iría a buscar a Senzo a su casa.
–Es comprensible, yo tampoco quiero que te vayas, la verdad.
No creas que porque ahora estoy con Senzo, no voy a necesitarte
–le advirtió, sacando las llaves mientras caminaban.
–No creas que porque pongas esa cara de machote no me he
dado cuenta de que eso ha sido muy cute... –se burló,
rodeándole los hombros y aproximándolo a él
–. Sabes que eres el hermano mayor, ¿no? Lo eres –se
rio.
–Eso me hace sentir viejo y no me digas cute, por favor.
Sabes que esas cosas nunca me han gustado –se quejó,
aunque sin apartarse.
–Sí, por eso te lo digo, para que pongas esa cara
más seria aun –lo soltó para meterse en el coche
con él, sonriendo –. Vamos, anda...
Hiroki le quitó la alarma al coche, sonriendo un poco.
–Cómo has cambiado, Kenichi... –lo empujó
con suavidad, pensando que él y Kogane hacían una
pareja perfecta.
–Tú también... –se sentó en el
interior, poniéndose el cinto y acomodándose con una
sonrisa en el rostro.
–No he cambiado tanto, sólo lo aparento –bromeó,
poniendo el coche en marcha y sonriendo para sí.
–Pero Senzo es activo o no... –lo acosó de pronto,
jorobando.
–Muy activo –se rio de nuevo sin mirarlo.
–Agh, qué asco, no sé para qué pregunto
si no quiero imaginarlo...
Hiroki se rio en voz alta ahora, mirándolo de soslayo.
–No hables así de mi novio. Mi novio... –repitió,
sintiéndose extraño al decir eso.
–No me pone el incesto... agh... qué asquito...
–No es incesto... O mejor no hablemos de lo tuyo con Kogane...
También fuisteis adoptados...
–Pero... calla... –le dio un puñetazo de broma
en el brazo, riéndose y mirando por la ventana.
Continua leyendo!
|