| Capítulo 75- Lock it Up and
Throw Away the Key, As Long as I Can Stay with You
Slave se dejó caer sobre la cama de la celda respirando,
terriblemente agitado de estar haciendo ejercicio todo el tiempo.
No había hecho otra cosa desde que se había despertado
hacía horas. Estaba sudando, se giró hacia la pared
cerrando los ojos y recogiéndose sobre su cuerpo sujetándose
a la almohada y sintiendo que iba a llorar, quería ver a
Ren…
El rubio entró en la comisaría, un poco nervioso,
pero ansioso. Al menos lo vería, era algo. Se acercó
al escritorio de recepción, poniendo gesto decidido. –
Soy Ren Takagi, vengo a ver a S... a Koji Anba. – se corrigió,
recordando usar su nombre verdadero, aunque para él, era
Slave el verdadero.
-Un momento…- el chico se levantó, recordando avisar
al detective tal y como le había pedido, y llamó a
la puerta, escuchando hablar adentro a Ryo, aunque últimamente
le costaba más ver al detective sólo en su despacho
que acompañado. Entró tras obtener permiso –Ren
Takagi ha llegado.
- Gracias, ¿Puedes avisar que tiene visita, por favor? –
le pidió al oficial antes de que se alejase, mirando luego
al moreno. – Ryo.... vamos. – Salió, observando
la cara de desconfianza del chico, a medida que se acercaban. –
Takagi-san, buenos días.
- Buenos días – el rubio le estrechó la mano
aún así, y luego a Ryo, manteniendo un rostro sereno.
– Sólo he venido a ver a....
- Sí, ya lo sabemos. ¿Le importaría hablar
un poco conmigo? – preguntó esperanzado de que le pudiese
decir algo ahora que Axl no estaba presente.
- No, pero... ¿podría ser después? –
contestó Ren, disimulando su contrariedad, pero era de esperar.
– Ahora sólo quiero ver a Slave.
El chico entró en el pasillo de las celdas y abrió
la puerta a Slave –Tienes visita…- le colocó
las esposas pensando en que era una estupidez. Igual podía
defenderse con eso, pero obviamente ni abrió la boca, sólo
se limpió la cara con la mano mirándolo a los ojos
por si se atrevía a decir lo más mínimo. Pero
el chico bastante tenía con llevar a ese tío enorme
por ahí como si pudiera evitar que escapase si lo deseara.
Lo llevó atrás de él por el hombro y lo hizo
sentarse en aquella habitación vacía con la silla
al frente.
Ryo entró al poco rato con Ren y cerró la puerta
–Recuerda advertirle que esto no es lo normal y como deberá
comportarse cuando yo no esté…
Slave se giró mirándolo sin atreverse a levantarse
aún igualmente preocupado de que estuviera decepcionado con
él o algo. Lo miró, sintiendo que se le paraba el
corazón -Lo siento, Ren...
- No... no es tu culpa – le sonrió, sintiendo que
se le escapaban algunas lágrimas, y le sujetó el rostro
entre las manos, besándolo profundamente y abrazándolo
luego son todas sus fuerzas.
Ryo se acercó por detrás soltándole las esposas
al moreno y se sentó en una silla que estaba junto a la pared
dedicándose a leer mientras tanto y sintiéndose, como
suponía debía sentirse cualquiera en esos momentos,
violando un momento demasiado intimo.
El moreno cerró los ojos sintiendo que igual le bajaban
unas lágrimas aliviado, abrazándolo entonces y apretándolo
contra él. Le pasó las manos por el pelo, lamiéndole
los labios y bajando la cabeza luego apoyando la frente sobre sus
labios apretándole la ropa en la espalda –No te preocupes…
no dejaré que vuelvas a la cárcel…
- No estoy preocupado por eso, si no por ti... Quiero que estés
bien... – le besó la frente, riendo un poco por los
nervios. – No se supone que hagamos esto, es sólo porque
Ryo está aquí...
-¿El qué? ¿Abrazarnos?- lo miró sin
comprender muy bien y mirando a Ryo de soslayo, después a
Ren de nuevo. Lo cierto es que quería estar mirándolo
todo el tiempo a él. Lo abrazó más, como si
nada, rozando la cara contra la suya –Yo estoy bien…
pero te hecho de menos…
- Lo sé, yo también... No sabes cuanto – murmuró,
apretándolo a su vez. – Sí, esto, sólo
para saludar. Pero vendré cada vez que pueda, Slave. Siempre
estoy pensando en ti. Axl, va a ayudarnos...
-¿Y qué me va a pasar?...- preguntó mirándolo
a los ojos un poco asustado y como si Ren tuviera todas las respuestas.
El rubio tomó valor, acariciando su rostro. – Tienes
que declararte culpable, Slave. Es la única manera... Dirás
que lo hiciste por mí, que estabas drogado, ella se cayó
sola... El abogado podrá explicártelo mejor. Quiero
que lo escuches, ¿comprendes? De esa manera, obtendrás
una sentencia mínima y....yo te estaré esperando.
Lo siento. – bajó el rostro, enterrándolo en
su pecho y sollozando sin poder evitarlo. Sentía como si
lo estuviera sacrificando, lo hubiera dado todo por cambiar lugares,
pasase lo que pasase.
Slave le pasó la mano por el pelo apretándolo después,
rodeándolo con ambos brazos y sintiendo cierta ansiedad extraña,
casi como si le costase respirar –Comprendo…- susurró
finalmente tranquilizándose como podía –Está
bien… no me importa hacer esto por ti… - lo apretó
más, preguntándose si realmente lo esperaría
si lo condenaban años a prisión -¿Y no te voy
a ver nunca? ¿Ren?- bajó la cara contra su hombro
llorando pese a todo después, sin poder evitarlo y apretándolo
más. Levantándolo en brazos y sentándose con
él encima en una esquina del cuarto.
- Por supuesto que sí. Vendré a verte cada vez que
haya permiso de visita. Siempre. – le prometió, acariciando
su cabello. – Necesito que seas fuerte. Si pudiera entregarme
por ti, lo haría, pero sólo te complicaría
más las cosas. Te amo... Y no voy a dejar de amarte nunca,
¿sabes eso, verdad?
El moreno asintió con la cabeza apretando las mandíbulas,
lo abrazó más contra él oliendo la piel de
su cuello –No… prefiero ir yo… - entrecerró
los ojos pensando -Ya no podré ser profesional…
Ren lo miró, pensando que realmente no era justo, nada de
aquello era justo. - ¿Quién dice que no? No pasarás
mucho tiempo allí. No lo harás. – le aseguró,
acariciando su cabello aún. – No lo harás...
-Bueno…- prefirió no discutir más porque ahora
le preocupaba los años a los que fueran a condenarlo y lo
apartó un poco de él, para poder mirarlo, apoyando
la cara un poco contra la pared sujetándole la cintura. De
todos modos si el entrenador le había dicho que era mayor
para empezar en el terreno profesional… cuando saliese tal
vez ya ni le interesaba, pero no quiso decírselo al rubio
–Si te hartas de esperarme… yo te seguiré queriendo
igual cuando salga…
- Te ordené que confiaras en mí, ¿recuerdas?
– le sonrió, tocándole el rostro de nuevo y
tocando sus labios con un dedo. – Nunca me voy a hartar de
esperar, Slave, te amo, te necesito... Nunca pienses eso.
-No… está bien…- sonrió levemente besándolo
de nuevo, pero ahora con suavidad, llorando de nuevo sin poder evitarlo.
No sabía qué iba a hacer sin Ren, no querría
ni comer si él no estaba a su lado. Cerró los ojos,
sujetándole la cara con las manos sin dejar de besarlo, el
rubio llorando a su vez, sintiéndose morir de pensar en tener
que separarse de él.
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