Capítulo 71- Every Step Tells
a Little Story
Slave se sentó mejor, confiando en Ren para todo, esperando
a que volviesen los policías y los miró a ambos esperando
a que se sentaran y acabasen de una vez con aquello.
-¿Responderá ahora a nuestras preguntas?
-No responderé sin un abogado… ya sé cómo
tratan a la gente como yo… sólo porque no tengo casa…
-¿Tiene un abogado?- insistió Ryo escuchando cómo
llamaban a la puerta y entraba un hombre vestido de traje, pasaba
con permiso de los policías afuera
-Buenos días, soy el abogado del señor Koji Anba,
Yushuiro Inoue –les estrechó la mano a ambos- Nos atenemos
a nuestro derecho de guardar silencio si es que no tienen más
pruebas que un simple carné de gimnasio que ni siquiera tiene
lo más mínimo de quemado en la zona de un incendio…
y podría haber volado hasta allí perfectamente. Lamento
decirles que simplemente nos iremos en cuanto acaben con su rutina.
- No tenemos ningunas intenciones de violar los derechos de su
cliente. Sólo queremos hacerle algunas preguntas... –miró
al chico a los ojos, serio. - ¿Puedes decirme en donde estabas
anoche? Y ¿si tienes manera de comprobarlo?
-Perdone, hemos dicho que nos atendremos a nuestro derecho de guardar
silencio y eso haremos… - el hombre lo miró serio con
las manos cruzadas sobre la mesa, Ryo observando los anillos y el
reloj de oro, pensando que ese abogado no era de oficio, eso estaba
claro pero tampoco de Slave. Ese abogado era bastante conocido y
defendía a la familia de Ray. Permaneció en silencio
cogiendo un bastoncillo y pasándolo por la mano de Slave
que se inclinó mirando sin saber qué hacía.
-Debemos tomar las muestras de todos modos…- susurró
guardándolo luego en una bolsa esperando que hubiese eliminado
anoche todo rastro de sustancias como gasolina y etc de su piel.
- Si su cliente sabe algo y lo está ocultando, podría
resultar en un cargo por obstrucción de la justicia. –
le contestó Hattori, bastante contrariado y observando cómo
Ryo tomaba las muestras.
-Gracias, conozco la ley y seguimos ateniéndonos a nuestro
derecho de guardar silencio. Tomen las pruebas que necesiten, si
no tienen lo suficiente, como le he dicho mi cliente se irá
en cuanto acaben- permaneció observando cómo tomaba
las pruebas el moreno.
- Bien, como quiera. – Hattori no lo miró directamente
porque le molestaba bastante. Era bastante sospechoso ya que ese
chico tuviera semejante abogado. Se quedó observando al moreno,
estudiando sus reacciones, su rostro, pero el chico permanecía
calmado. Bajó la mirada a su cuello, observando la placa
que colgaba del collar, pensativo, y tratando de leer lo que decía
y abriendo más los ojos al caer en cuenta. No se lo esperaba,
pero, claro, eso tenía más sentido.
Slave lo miró a los ojos, sintiendo que se le aceleraba
el pulso al notar lo que estaba mirando. Se le hizo difícil
el aguantarse el deseo de arrancarse la placa, porque de todos modos
no serviría de nada. Ryo los miró, sintiendo la tensión
entre ellos en aquel momento.
-¿Sucede algo?-el hombre se quedó observándolos
y miró hacia Slave notando su visible alteración y
el sudor que le mojaba el pecho ahora.
- Sí... me gustaría que Sanada- san le hiciese otra
prueba, de la huella de sus botas. – contestó, mirando
a Ryo y luego al abogado, triunfal, finalmente mirando a Slave.
– Y me gustaría preguntarte ¿cuál es
exactamente tu relación con Ren Takagi? – Ya imaginaba
que no le contestaría, pero quería ver su reacción.
Slave pensó “es mi dueño” pero no dijo
nada, nervioso, sujetándose la placa por si pensaban quitársela,
y levantándose cuando Ryo le pidió que se acercase
con una mano, notando que no se había comprado otras botas
como les había recomendado. Había ganado peso pero
eso no valía de nada, las pruebas eran irrefutables –Tomaremos
una foto de la placa…- sugirió por no quitársela.
Extendiendo la mano hacia él para que se la diera. El moreno
la apretó más, violentándose un poco y deseando
huir de allí.
Ryo se acercó un poco comprendiendo –Una foto…
no nos la quedamos…- se la quitó del cuello y Slave
bajó la cabeza sintiendo que todo era su culpa, Ren lo iba
a odiar.
- Realmente sería mejor si contestases las preguntas...
– le insistió el moreno una vez más, intentándolo
aunque sin muchas esperanzas, y prefiriendo hablar con el chico
directamente que con su abogado.
-Ahora vengo…- Ryo salió un momento con el collar
en la mano sujetando la cadena para tomarle una foto, era una tontería
quitárselo, Slave no lo destrozaría ni lo tiraría,
ni lo haría desaparecer de forma alguna. Al menos…
no quería quitarle eso, sabía que lo necesitaba.
-Contestará cuando haya hablado con su abogado…- el
hombre habló de sí mismo en tercera persona, deseando
saber que pasaba allí aún sin comprender nada con
aquella urgencia.
Slave se sentó otra vez, apoyándose en la mesa y
recostándose sobre ella como si no tuviese idea de cómo
debía comportarse en una situación así, bajando
la vista al suelo. Ryo volvió en pocos minutos poniéndole
el collar de nuevo. Slave lo sujetó con fuerza sin mirar
a ningún lado más que la pared.
Un chico joven entró, entregándole al moreno la comparativa
entre las pisadas encontradas en el primer asesinato y las que acababan
de tomar que obviamente eran iguales por desgracia. Y salió
de nuevo casi de forma inmediata.
Hattori revisó la comparativa, poniéndola luego sobre
la mesa y mostrándosela al abogado, ya que no creía
que hubiese manera de que el chico respondiera aún. –
Lo siento, pero su cliente tendrá que permanecer con nosotros.
Como verá, sus huellas son idénticas a las encontradas
en la escena del crimen de la señorita Akane Abe.
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