Capítulo 66- Questionable Methods
-Ha sido tan inútil como imaginábamos…- el
moreno se bajó del coche de Hattori pasándose la mano
por el pelo y bostezando acto seguido, devolviendo el cigarro a
sus labios, pensando que necesitaba beberse un cargamento de café
de lo más cargado –Nadie quiere decir nada… poco
más hemos visto además de que… más de
uno quisiera verlos muertos… lo cual ya presuponíamos…
- Fuiste tú quien quiso venir conmigo – le recordó,
mirándolo de soslayo y suspirando. – No perdíamos
nada. Y nunca falta la esperanza de que alguien cambie de idea.
-¿Y? Tú también querías que viniera.
Además, prefiero estar aquí contigo que comiéndome
el tarro en mi oficina… No te estoy culpando de que los testigos
no quieran hablar, sólo era un comentario… no te pongas
necio…
- No me estoy... poniendo necio – bajó la voz notando
que la alzaba. – Es sólo que no sé qué
hacer. No sé si estoy muy desconcentrado o si hay algo que
no estoy viendo. Todos estos casos....
-¿Qué te hace hilar este caso con los otros?- le
preguntó curioso mientras caminaban hacia la comisaría
–No tiene nada de similar… ni está relacionado
como los otros… ni se ha ejecutado del mismo modo… hasta
ha habido uso de armas…
- Hay algo que tienen en común, ¿ves? No captas...
– bromeó, aunque sin mucho ánimo. – No
he resuelto ninguno. Aunque sí creo que los dos anteriores
están relacionados, demasiada casualidad... – meditó
más serio.
-Las casualidades existen hasta el límite de convertirse
en serendipias… por lo tanto… no debemos saltar a conclusiones
precipitadas sin tener la más mínima prueba, no llega
con decir que es mucha casualidad desagraciadamente…- le pasó
la mano por la cintura para que entrase antes que él y lo
siguió después por el pasillo hacia su oficina –Los
crímenes inteligentes pueden recorrerse hacia atrás…
hasta ahora el único que encuentro inteligentemente recreado,
ha sido el de la vía del tren… es confuso… y
por lo tanto inteligente…
- Pero tampoco tenemos pruebas de nada. Incluso el casquillo, aún
no resulta nada. Y tengo a mis chicos trabajando en ello constantemente.
– se rió sarcásticamente. Pero no era su culpa
tampoco, si no supiesen ocultar sus huellas, ya no existiría
nadie que vendiese esas armas. – Y no estoy saltando a conclusiones
precipitadas,, sólo pienso... esos dos ocultaban algo. Y
la reacción del chico Ray, no compaginaba del todo con la
que tuvo cuando yo le interrogué en aquella ocasión.
- Ya…- el moreno se quedó pensando que eso había
sido por su presencia, pero por otra parte, también había
sido un error por parte del albino, pecaba de orgulloso y se había
pasado de listo. Sonrió de medio lado recordando advertírselo
delante de Dragon para joder doblemente su orgullo –Su padre
también nos oculta algo… es más…- se pasó
la mano por la mandíbula –Su mujer… nunca la
hemos visto…
- No.... tal vez deberíamos darle una visita. – lo
miró intrigado, abriendo la puerta de su oficina, y saludando
al chico de afuera de paso. – Porque yo creo que ella es el
motivo... es el mejor móvil que veo. Bueno, también
está la compañía, pero... no es ese tipo de
crimen, ¿lo sabes?
-No lo sé…- lo miró pensando que el tipo no
tenía herederos y todo era de Axl ahora. Se rascó
un poco el cuello antes de sentarse en el borde de la mesa con el
vaso de café que había cogido antes de entrar -¿Crees
que el padre le pagó a alguien para que matase al tipo con
el que su mujer se acostaba?... una cosa… ¿Por qué
querría esa mujer acostarse con alguien así…
un perdedor además feo como él solo… teniendo
un marido como Ray?
- No tengo idea, pero sí sé que se vanagloriaba mucho
de ello, sin nombres claro, pero.... – suspiró pensativo.
– Incluso, diciendo que... ella hacía todo lo que él
le pidiese. No suena muy equitativo, la verdad. Claro, que a algunas
personas les agrada eso. Y el crimen.... se ve muy personal, aunque
supongo que si contrataron a alguien le pudieron haber dado instrucciones.
– se recostó en su asiento, mirándolo y meditando.
– Pero ese es el caso, en este tipo de crímenes, no
es muy satisfactorio para quien se venga, no ver el resultado de
sus acciones.
-Pero Ray estaba fuera del país en ese momento… y
su peso tampoco habría sido soportado por el saliente…
además… es un hombre mayor.. es imposible… -
le dio una calada al cigarro profunda mirando luego al techo pensando
en la pelea entre Slave y Axl. –El crío no tiene suficiente
fuerza para atravesar un cráneo así…- murmuró
realmente interesado, sabía que sí… pero le
parecía increíble.
- ¿Ni siquiera asaltándolo desde arriba? La gravedad...
y la furia pueden... sacar fuerzas de donde no las hay. –
le respondió, aunque sólo conjeturaba, pero cada vez
le parecía más posible, a pesar de que por su actitud
tampoco parecía la clase de persona que se dejaría
llevar así. – Y sería comprensible...
-No acabo de imaginarme a ese chaval saltando desde allí
y atravesando el cráneo a alguien…- De hecho, sí
se lo imaginaba, o más… Es más, no sabría
qué esperarse de ese crío… pero se atenía
a lo visto oficialmente para sus conclusiones -Escucha algo…
¿Por qué no se le partió el cuello al tipo?
Si el chico pesa unos cincuenta Kg… si se te caen 50 kg encima,
te clavan algo a través del cráneo… o es una
estocada tremendamente perfecta con un perfecto aterrizaje…
o le partes el cuello…- lo miró pensando que estaba
llegando a conclusiones peligrosas.
- Bueno, es casi una estrella deportiva en su escuela, ¿no?
– sonrió, apoyando el rostro en su mano, seguro de
que estaba demasiado ansioso por resolver el caso. – No quisiera
pensarlo, pero lo cierto es que puedo imaginar cualquier cosa de
casi cualquier persona. Y son los únicos sospechosos que
tengo... No fue un crimen al azar, y a sus demás “socios”
no les convenía muerto. Pero lo cierto es que algo no concuerda.
A pesar de todo, no hay pruebas. No suele suceder en un crimen pasional.
-También es un líder en todas sus otras clases…
un genio… ¿crees que él lo hizo?-lo miró
a los ojos sonriendo en realidad orgulloso de él, aunque
no pudiera decirlo.
- ¿Qué sucedió con el “no saltemos a
conclusiones precipitadas”? – lo miró, bromeando.
– No lo sé, pero parece una posibilidad fuerte. Yo
creo que deberíamos hablar con él, preguntarle sobre
su madre, y ver cómo reacciona. Claro, es menor de edad y
no creo que a su padre le haga gracia.
-No le pidas permiso… simplemente habla con él y punto…
lo peor que puede pasar es que tus superiores te suelten el rollo
y después debas disculparte… pero te habrás
salido con la tuya…- se preguntaba cómo Axl podría
defenderse ante eso y cómo reaccionaria a que le preguntasen
de su madre –Podrías ir a la salida de su colegio…
- lo miró a los ojos y le acarició la cara sin poder
evitarlo, mirando un poco atrás asegurándose de que
la puerta no estaba abierta.
Hattori le sujetó la mano aunque se sentía bien,
y por ende, no la separó de su rostro. - ¿Siempre
haces las cosas así? Tendré que intentarlo a tu manera,
eres mala influencia....
El moreno se encogió de hombros sonriendo –Yo hago
lo que es necesario y punto… ya me arrepentiré luego…
si es que no me salgo con la mía…- se inclinó,
besándolo superficialmente y se separó, sentado bien
en la mesa de nuevo –Y me salgo con la mía….
Ya lo ves…
- Sanada... – lo miró como reprendiéndolo aunque
sus labios dibujaban una leve sonrisa. – Pero creo que tienes
razón, no voy a llegar a nada revisando una y ota vez los
informes del caso.
-No me riñas…no me afecta… no me afectaba cuando
lo hacían mis padres, no me afectará que lo haga mi
novio… ni siquiera eres mi superior… - lo besó
profundamente sujetándose a los reposabrazos del asiento
–Y ahora… creo que debería irme…
- Y a mí no me afecta que me digas eso. No voy a dejarte
hacer lo que quieras – lo riñó igual, besándolo
superficialmente ahora. – Te veré luego.
El moreno lo besó de nuevo, acariciándolo entre las
piernas –Lo estoy haciendo… impídemelo…-
sonrió contra sus labios retándolo.
- No hagas... – jadeó, un poco excitado y luego sujetando
su muñeca, y apartándola serio. – No puedes
hacer esas cosas...
-Claro que puedo…-sonrió como si nada, besándole
los labios y pegándole una sobada con la otra mano, riéndose
un poco y pensando en Slave –Te quiero… vendré
a comer contigo…
- Y yo tendré las esposas preparadas... – le sonrió
pensando que era incorregible.
-Las esposas… ¿sabes qué? Me encanta jugar…-
sonrió ampliamente caminando unos pasos hacia atrás
y recogiendo la carpeta que había dejado olvidada sobre la
mesa -¿Te gusta jugar?- preguntó con la mano en la
manilla de la puerta sin aún abrirla.
- No me refería a eso... – frunció el ceño,
enrojeciendo y tratando de hacer como si no le afectase. –
Te gusta contrariarme, es eso ¿no?
-Me gusta esa cara que pones, sí…- se subió
las gafas, cerrándose después la chaqueta –Me
voy…pero ahora no me voy a olvidar de las esposas…-se
rió, saliendo de la oficina revolviéndose el cabello
con cara de felicidad.
Hattori suspiró con fuerza, llevándose la mano a
la frente, murmurando. – Eres un dolor de cabeza, Ryo... –
aunque sonreía ligeramente.
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