.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 61- Inmaturity

Ryo se golpeó un poco con la carpeta los labios pensando, mientras caminaba por los pasillos de la comisaría -¿Tienes eso?-le preguntó al rubio, que le entregó el informe con cara de trasnochado –Vete a casa…- lo largó el moreno, siguiendo por entre las mesitas y sirviéndose un café antes de entrar en la oficina del detective.

- Sanada... – lo saludó el moreno, mirándolo un poco incómodo por encima de su carpeta, también en cierta medida, por lo de la noche anterior y lanzándose directamente al trabajo. – Ya confirmamos sus identidades, aunque no esperaba ninguna sorpresa....

-Dime, ¿habéis averiguado algo? ¿Me dejas ver el informe forense?- se sentó de medio lado cruzando las piernas y dejando el vaso de café sobre la mesa.

- Por supuesto, toma. – giró el informe hacia él, observándolo y añadiendo. – Fueron vistos saliendo de un local con dos chicos.

-Ohm… qué suerte hemos tenido… ¿Cómo eran los chicos?- preguntó deseando escuchar y bien rápido que se habían cubierto el maldito pelo que tenían ambos.

- Desgraciadamente no tenemos ninguna descripción acertada. Uno llevaba capucha y el otro un gorro o algo así.....- sonrió, suspirando cansado. – No era inusual para ellos salir acompañados así que nadie les prestó atención. Además.... la mayoría de los testigos no quieren involucrarse demasiado, eso se nota a leguas.

-Ya… más tratándose de un lugar así…- sintió que hasta le desaparecía toda la tensión –Así que efectivamente estaban haciéndolo en la vía del tren… cortes en los tobillos… en la nuca… dos dedos por otra persona… y… restos de semen sobre uno de ellos… - repitió en alto leyendo del informe forense -… ¿quieres que te cuente una película?- se rió un poco mirándolo.

- ¿A qué te refieres? – sonrió un poco, dejándose llevar, y bajando el rostro luego. – Por favor... adelante.

-Veamos… me dedico a engañar a chicos para que se prostituyan por drogas… De pronto un familiar… un novio… los mismos chicos… se hartan, la policía no hace nada así que deciden vengarse de mí… Me llevan a la vía del tren porque saben lo que hice en el pasado… tal vez les meto miedo con ello… o tal vez simplemente lo use para vanagloriarme de cómo maté a tres maricas… Uno me corta los tobillos para que no pueda moverme pero sí siga vivo y más o menos bien, no son incultos pues… Otro me apunta con un arma desde la hierba… y me hacen ser como ellos… lo peor para mí… “córrete antes de que venga el tren”… “apártate de la vía y te pego un tiro…”… Bueno, creo que ahora me gustaría saber si se corrió antes o no…- sonrió mirando el café y bebiendo un poco.

- Entonces, ¿no crees que tenga que ver con aquel crimen en realidad? – lo miró atento. – Lo cierto es que me parece más lógica tu teoría, casi parece que hubieras estado allí. – comentó, sintiendo un escalofrío. – Pero ninguno de esos chicos va a hablar en tal caso, me pregunto si sólo fueron dos o si habrían más implicados.

-No… creo que habían pasado demasiados años y una venganza así habría sido más apasionada… menos calculada… y si había más implicados, es difícil imaginarlo… Los vieron sólo a dos… sólo encontramos heridas de un arma blanca… la misma… y un casquillo de rifle… yo veo dos claramente… a no ser que esos dos llegasen y el del rifle ya estuviera allí esperándolos… para que el de la navaja pudiera inmovilizar a uno… y hacer comprender al otro que iban muy en serio… - comentó dejándose llevar por lo apasionante que le resultaba aquello.

- En realidad, me refería a si alguien más sabría del plan. Debían tener a muchos chicos en su contra, eso es seguro. De modo que si alguno de los otros conocía a los chicos, los protegerá. – respondió sin dejar de mirarlo. – Al menos se quitaron la ropa voluntariamente. Sea como sea, la amenaza surtió efecto.

-No, no creo que digan nada… que no sea “que se joda…” o… “ya era hora de que alguien hiciese algo”….- sonrió un poco de nuevo pensando ¿y ya era hora, verdad? Pero desde luego, sin decir nada. Bastante tensa era su relación ya de por sí –En todo caso, supongo que obviamente preguntarás igual…

- Es mi trabajo, y nunca se sabe. A veces un pequeño detalle puede ser de gran ayuda. – asintió, a sabiendas de que iba a ser un gran trabajo. Probablemente no dormiría mucho esa semana.

-En realidad preguntaba porque quería ir… a ver qué se cuentan…- lo miró a los ojos. Lo cierto es que quería contarles lo que habían logrado cargándose a esos dos –¿Ya no estás cabreado conmigo? Tal vez hoy te apetezca explicarme por qué te irrito tanto… ¿es porque digo lo que pienso?

- No estoy... enojado contigo – desvió la mirada, suspirando. – Por supuesto que no, es sólo que no te comprendo.


-¿El qué?... ¿Ves? Yo tampoco te comprendo y no me cabreo… - sonrió, acabándose el café y mirándolo tranquilamente, moviendo un poco la pierna que tenía cruzada sobre la otra.

Hattori apretó un puño bajo el escritorio por contenerse, alzando la mirada de todos modos. – Es por eso... haces esos comentarios acerca de mi personalidad, y no lo comprendo. Anoche, me sentí como.... un idiota. – suspiró. Ahora sí que se estaba sintiendo como un idiota, poniéndose así por semejante cosa. Ni que fuera un niño. – Sólo me preguntaba para qué te acercabas a mí si tan aburrido te parezco, o tan... no sé.

Lo miró, aún sonriendo y pensando “así que sí es porque soy sincero” –No, la cosa es que tú te lo tomas todo como una afrenta personal… y yo nunca te dije aburrido… te dije que no te tomas tiempo para divertirte… y es verdad ¿no? Si te molesta… sólo soluciónalo, no te cabrees conmigo por notarlo…

- No... yo estoy bien. No tengo tiempo para eso, no importa... – murmuró, desviando la mirada de nuevo. – Me estoy desconcentrando de mi trabajo, eso es estúpido...

-Cierto, qué estúpido pensar que pueda importarte algo que no sea esto…- el moreno se levantó suspirando y ya bastante cabreado como para seguir ahí sin hacer alguna estupidez, igualmente tirando al suelo las hojas que tenía encima de la mesa y haciéndola de todos modos –Cuando te des cuenta de que ya no eres joven, procura no cortarte las venas al obtener tu sueldo de jubilado…

- ¿Qué te sucede?! ¿Cuál es tu problema? – se levantó con un solo movimiento, molesto porque se pusiese así y más porque le tirase los papeles al piso. – Creí que también te interesabas por tu trabajo... pero no.... será mejor que salga de fiesta todas las noches ¿no? Ya que soy un éxito en eso... – desvió la mirada al piso, observando los papeles, y tratando de no pensar en si lo habían escuchado fuera de la oficina. Era el colmo, ahora sí que no pensaba salir de allí hasta que todos se fueran.

-¿Todo tu ser funciona con extremos? No salgas todas las noches… no te pases en esto todo el día. Por supuesto que me preocupa mi trabajo, más de lo que tú puedas imaginar. Puede que no vayan a ponerme en un marco al perfecto profesional pero al menos procuraré no tener de qué arrepentirme cuando haya pasado el tiempo, aunque sí me arrepiento de haberte tirado eso al suelo…- se acuclilló a recogerlo como si nada aunque tenía gesto de estar exasperado –Y para ser detective, no eres muy lince con las personas…

- Tú tampoco eres tan fantástico... – se arrodilló frente a él aún con el ceño fruncido. – Puedo recogerlo, y ya te dije que no era bueno en esto.

-Pero tampoco pones nada de tu parte y el hecho de que me gustes, no te da derecho a gritarme y tratarme así, porque lo único que ganarás es que dejes de agradarme y entonces tal vez te arrepientas, o tal vez no y te quedes muy feliz con tus informes que por lo visto son mucho más importantes… porque vas a salvar al mundo con esto… ¿no? – se levantó dejando las hojas sobre la mesa –O igual yo soy un presuntuoso y no te agrado… que también podría ser…- sonrió un poco mientras colocaba las hojas pensando que afuera no había ruido, si no un silencio sepulcral, no se oía ni teclear.

- Eres un presuntuoso, piensas que lo sabes todo. – respondió, levantándose también, y apoyándose contra el escritorio. – Siempre dices cosas como esa, no me dejas pensar claro y te crees con derecho a criticarme y a decirme lo que debería hacer. Pero eso no significa que no me agrades....

Ryo lo miró, subiéndose las gafas y sonriendo un poco a la vez que suspiraba -Entonces será que tienes un gusto pésimo y te gusta un hombre presuntuoso, prepotente y dominante… pues no es mi culpa que no lo aceptes, sólo es mi culpa ser ese hombre… y si te decides a aceptarlo, ya notarás que en realidad soy encantador y que lo que hago es preocuparme por ti y frustrarme de que no me hagas caso y vale… Adelante si quieres reírte ¿ves? Yo también me río… pero cuando te dije que era como un niño, no mentía, es más… tú me dijiste que no había nada de malo en eso… y ahora me voy, a seguir siendo un inmaduro… - sonrió saliendo de la oficina y cerrando la puerta a su espalda consciente de que no saldría ni loco ahora. Se quedó notando cómo lo miraban todos y los miró serio -¿No hay nada que hacer?!

-Sí… claro…- el chico frente a él se puso a trabajar de nuevo, seguido de los demás, y el moreno se cerró la chaqueta mientras salía de la comisaría pensando que ahora se iba sin acabar de comentarle lo que quería del asesinato y deseando golpearse con algo.

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro, solo tienes que presionar en Hansa.

foro yaoi

       
   

yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back