Capítulo 40- Wash Your Fears
in Purest Hope
Ryo hizo fuerza una vez más, apoyando la otra mano en la
rodilla contraria mientras levantaba la pesa, aunque empezaba a
sentir el brazo demasiado adolorido y apretó las mandíbulas
aún así decidido a acabar la serie. Dejó la
pesa en el suelo de nuevo y se cubrió el pelo con la toalla
sudando de hacer tanto ejercicio, poco más podía hacer
en aquella casa, no quería llevar ni rastro de su verdadera
vida. Se levantó a la cocina y abrió la lata de cerveza
pensando que odiaba esa marca tan mala. Se rió bebiendo.
- Ryo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Ryo!!!!!!!? – al chico de cabello
rosa le tocó la puerta canturreando su nombre, y riéndose
un poco. Ya le había pedido tanto a Slave como a Ren que
no le hicieran nada al albino, aunque por lo que veía, Ren
no tenía intenciones de hacer eso por el momento., y era
claro, que Salve tampoco entonces. – Papi!!!!! – lo
llamó al ver que no respondía.
El moreno se rió adentro del piso. Había olvidado
qué hora era y abrió la puerta secándose un
poco el sudor del cuello aún con la camiseta mojada –El
hijo pródigo… has vuelto a casa…- le apoyó
la mano en la cabeza metiéndolo adentro para que dejara de
hacer el escándalo en el pasillo y se inclinó para
besarle los labios.
- Es cierto, que te reciben bien cuando haces eso... – se
rió, abrazándolo y besándolo más profundamente.
– Estás sudando...
- Estaba haciendo pesas…- sonrió rodeándole
la espalda con un brazo y besándolo profundamente también,
subiéndolo un poco por su pierna -¿Qué pasó?
Querías ducharte ¿no?
- Y eso haré. ¿No te duchas tú también?
– se rió, pasándole un dedo por algo del sudor
que tenía en su brazo.
-He sudado mucho, debería… aunque tal vez me dé
un baño… - le empujó la cara con la suya buscando
sus labios para besarlo de nuevo mientras lo llevaba hacia el cuarto
de baño subiéndolo sobre él y sujetándolo
con la mano entre sus nalgas -¿Cómo os fue la noche
con ese…? Olvidé el nombre.
- Axl.... Hum.... tenías algo de razón, creo que
me agrada, pero es un mentiroso consumado. No le creo mucho de lo
que dice- se rió, dejándolo allí y rodeándole
el cuello con los brazos. – Ya veo por qué eres tan
fuerte, así me gusta....
-Claro, cielo… soy el protector de los débiles ¿no
lo sabías?- se rió entre dientes y se sentó
en la bañera colocando el tapón -¿Vas a ser
bueno y a dejar que papi se ocupe de ti?-lo miró a los ojos
fijamente rozándole el paquete con la mano.
Dragon gimió con suavidad, excitado. – Claro.... necesito
que mi papi me lave.... – se rió luego, relamiéndose
los labios.
Ryo se levantó sonriendo y le sacó la camiseta y
los pantalones, deslizando un dedo por el borde de la ropa interior
y bajándoselo hasta que se cayó sola –Pasa adentro
entonces…y cierra los ojos- cogió la manguera de la
ducha y la abrió en el agua fría, dejándola
correr por su espalda y luego por su pecho rozando con la otra mano
los pezones endurecidos y después su sexo, subiendo el agua
hasta su cabello empapándolo -¿Está fría?-
preguntó observando su propia mano en el sexo del chico.
- Mucho.... pero ya me calientas tú... – se rió,
incómodo al sentir el cabello mojado sobre su rostro, y dejándose
hacer, sin abrir los ojos.
El moreno se rió un poco, abriendo el agua caliente y comprobando
que no se fuera a quemar, rociándolo con ella, observándolo
estremecerse y lamiéndose los labios. Abrió el grifo
dejando que se llenase la bañera para tener las manos libres
y se acercó mordiéndole los pezones -¿Quieres
que te folle?
- Papi.... – contestó como shockeado aunque era broma,
claro. – En realidad.......... – le pasó las
manos por el cabello. – creo que lo necesito...
-¿Lo necesitas? Entonces no te hago esperar- lo miró
de arriba a abajo metiéndose vestido en la bañera
y se quitó la camiseta tirándola a un lado, sujetándole
la cara con las manos haciéndole alzarla mientras lo besaba
profundamente, succionándole la lengua y los labios, echándole
el cabello hacia atrás.
El chico alzó las caderas, rozándolo un poco, y gimiendo
entre sus labios, cerrando los ojos. Le pasó las manos por
la espalda, dibujando sus músculos con la punta de los dedos.
Ryo le golpeó las nalgas con una mano –Yo creo que
ayer fuiste malo y no me lo cuentas…- apretándoselas
después. Se bajó la ropa lamiendo su sexo mientras
se agachaba a quitarse el pantalón de deportes empapado,
dejándolo en el suelo –Abre las piernas… todo
lo que puedas… sepáralas bien… quiero ver lo
sexy que eres… y esto que tienes aquí… - se arrodilló
en la loza separándole las nalgas para mirar su ano.
El chico se abrió tanto como podía, excitándose
más, gimiendo aún con suavidad, y jadeando. –
Fui malo.... muy malo.... pero no tengo la culpa...
-¿De quien fue la culpa? ¿Quién te hizo portarte
mal?- le acarició las piernas admirando su cuerpo, las piernas
largas y bien contorneadas, su espalda estrecha, sus testículos
suaves y firmes entre las piernas y aquella zona rosada entre sus
nalgas, caliente… contrayéndose por momentos. Sonrió
acariciándose un poco, echando las caderas adelante, arrodillado
como estaba bajo las piernas de Dragon, a su espalda, dejándole
ver cómo se tocaba y mordiéndole las nalgas sin hacerle
daño, empezando a meter la lengua con fuerza dentro de él,
lamiéndolo a golpes y succionando aquella zona. Empezó
a jugar con los dedos de la otra mano contra su piel, empujando
dos en su cuerpo, dejándolos entrar y salir de él
–Apriétame… todo lo que puedas, que sé
que es mucho… quiero ver lo bien que vas a hacerlo con mi
polla...
- Ahhh....... sí... – lo apretó tanto cómo
podía, totalmente encendido, jadeando y sonriendo a la vez.-
Sí me haces.... Si me haces correrme antes que tú
te diré quien.... ¿Crees que puedas aguantar más
que yo...? - le propuso, jugando de nuevo
Ryo sonrió, pensando en que la gente que tomaba speed podía
aguantar mucho, sintiendo cómo le apretaba los dedos y empujando
dos de la otra mano también en él apretando dos dentro
de su cuerpo haciendo fuerza contra un lado mientras movía
los otros dos en su interior, su propio sexo pulsando completamente
erecto, jadeando terriblemente excitado por sus juegos –Te
llevaré al límite… pero después quiero
que me la mames bien mientras me corro en tu boca y entonces me
contarás quien te ha hecho ser malo…- recorrió
su cuerpo con la mirada de nuevo, usando la lengua entonces para
deslizarla por sus testículos mojados, sintiendo el agua
correr por su garganta mientras dos de sus dedos se movían
dentro de Dragon. Sujetándole el sexo con la otra mano acariciándolo
con suavidad.
- Lo... ha... haré.... – se rió, jadeando,
mordiéndose un labio, extasiado con la manera de mover sus
dedos, su lengua empapándolo más, cálida a
pesar de la temperatura tibia del agua. E incluso su sexo entregado
a aquellas caricias. Así se le pasaba cualquier enfado, claro,
que no estaba enfadado ya.
El moreno se levantó, apoyándose contra su espalda
y abrazándolo con fuerza, lamiéndole el cuello con
fuerza, inclinándole la cabeza al paso de su lengua, su rostro
acariciándose contra él y su cuerpo totalmente recogido
entre sus brazos. Deslizó los labios por su oído mientras
le hablaba –Déjate hacer…- bajó las manos
sujetando entre sus piernas -¿Alguna vez te has corrido sólo
con esto?...- susurró contra su oído deteniendo las
caricias para rodeándolo con un brazo, deslizar un dedo en
círculos por su ano, empujándolo con suavidad unos
centímetros en su cuerpo hasta notar el pequeño abultamiento
dentro de él.
- No.... siempre me lo meten.... – sonrió, cerrando
los ojos, y gimiendo un poco. - ¿Serás... el primero?
-Eso parece…- sonrió de medio lado lamiéndole
la nuca y mordiéndole un poco la piel –Será
más intenso… y más largo de lo que nunca lo
hayas sentido… ¿quieres sentir eso, Dragon?- preguntó
masajeado suavemente aquella zona –Échate adelante…-
deslizó la mano por su espalda pegándole el pecho
a la pared -¿Cómo se siente?
- Muy bien... – contestó, haciendo lo que le pedía,
girando un poco el rostro para observarlo de soslayo, el aliento
escapando de sus labios. –Ryo....
El moreno lo apretó más contra él, respirando
con fuerza contra su piel, observándolo y entreabriendo los
labios para rozar su lengua con la del chico de pelo magenta. Lo
besó profundamente aún en aquella posición,
apretándolo aún más, alzándolo un poco
del suelo y empujándose dentro de él profunda y totalmente,
a medida que apartaba los dedos de su interior, dejando escapar
una carcajada suave, empotrándolo contra la pared y dejándolo
en el suelo de nuevo golpeándole las nalgas. Jadeó
aún sonriendo pensando que era un maldito por haberlo tangado
así, pero su rostro y su gemido al metérsela había
sido insuperable.
- Eres..... ah..... yo sabía que no eras bueno, Ryo... –
se rió el chico terriblemente excitado, su sexo pulsando
con fuerza gracias a aquellas provocaciones. - ¿Me castigas?...
-¿Por qué? No me digas que no te gusta- susurró
pasándole las manos por el pecho y los brazos, alzándoselos
hacia atrás para que se sujetase a su cuello –No me
sueltes…- lo levantó, sujetándolo con los brazos
por debajo de las piernas y salió de la bañera mostrándole
su reflejo en el espejo y observándolo también, su
miraba bajando a cómo su cuerpo era penetrado por su sexo.
Le lamió el cuello de nuevo sin dejar de mirar su reflejo.
- La.... amo! – exclamó, riendo suavemente, aunque
cambiando poco a poco por gemidos, su sexo erecto sacudiéndose
cada vez que lo movía. Lo cierto es que podía aguantar
mucho, pero ya no sabía si valía la pena. Nadie le
había hecho eso antes. – Sigue..... haciéndolo...
– susurró, lanzando otro gemido fuerte.
-Más alto…- le instó el moreno a gemir, observando
su rostro agitado en el reflejo, apretándole las piernas
y bajando la bajando la vista a su sexo agitándose, el sonido
de este al golpearle las abdominales -¿Quieres tocarte, Dragon?
Tócate… no te dejaré caer…- le mordió
un poco el cuello de nuevo –hmpf… tócate…
me excito aún más sólo de imaginarlo…
- Puedo....sentir eso... – gimió de nuevo riéndose,
moviendo la mano hacia su sexo y empezando a acariciarse, sintiendo
que se iba a correr en cualquier momento, y alzando la vista al
espejo de nuevo para mirar a Ryo, con los labios entreabiertos,
gimiendo cada vez más fuerte para complacerlo.
Ryo le lamió la mejilla mirando sus ojos y sus labios, empujando
la punta de la lengua entre ellos tanto como podía. Bajó
la vista a su sexo moviéndolo con más fuerza contra
él, sintiendo los brazos un poco cansados, pero sonriendo
y moviéndolo aún más rápido, sudando
y sintiendo aquel cansancio agradable como si formase parte del
placer. Lo miró a los ojos de nuevo jadeando contra él
y lamiéndolo de nuevo.
- Me... rindo.... – sonrió el chico, echando la cabeza
hacia atrás, para que continuase lamiéndolo, moviendo
su mano con más fuerza sobre su sexo mientras Ryo continuaba
penetrándolo, el semen derramándose por sobre su mano
y hacia delante, su cuerpo entero estremeciéndose entre los
brazos del moreno, su corazón latiendo más de prisa.
-Ah… joder!…- el moreno entrecerró los ojos
observando como el semen salpicaba el espejo y notando las contracciones
del cuerpo del chico como una tortura deliciosa, aguantándose
–Mámamela…- susurró dejándolo bajar
suavemente, saliendo de él y estremeciéndose, cerrando
los ojos.
- Ahhh.....ah.... – Dragon lo observó aún respirando
trabajosamente, relamiéndose los labio y sonriendo, casi
con el aspecto de un felino a punto de atacar, pero finalmente agachándose
y sujetando el sexo del moreno con una mano, acariciándolo,
y lamiendo la punta para torturarlo un poco, aunque no mucho. Se
metió el sexo en la boca succionando y lamiendo dentro de
la misma, apretándolo cada vez más con sus labios.
-A…ahhh…- le pasó las manos por la cara, rozándole
con las puntas de los dedos un poco más fuerte, despeinándolo
luego y alborotándole el cabello. Bajó la vista apretando
las mandíbulas y observándolo, comenzando a moverse
dentro de su boca, rozándose contra su paladar y sus dientes
con toda la intención. Le acarició el cabello de nuevo
moviéndolo contra él y sujetándolo, mientras
se corría entre sus labios, jadeando con urgencia, dejando
que la voz saliese entre sus dientes apretados.
El chico de cabello rosa, lo succionó con más fuerza
aún mientras sentía el semen deslizarse por su boca
y su garganta, lamiéndolo con avidez, y finalmente sacándolo
de su boca para limpiarlo por completo, dándole una última
succionada, y sonriendo, sentándose en el piso, agitado.
– Ahora..... me tienes que lavar de nuevo.... – se rió,
observándolo.
-Hum… no te sientes en el suelo…- lo levantó
cogiéndolo en brazos y metiéndose en la bañera
con el chico entre sus piernas, aunque el agua ya sólo estaba
templada, limpiándolo con suavidad, bastante cansado y sintiendo
como si los brazos le pesasen toneladas –Cuéntame…
mientras te lavo…- sonrió apoyando los labios en su
pelo y echándole la cabeza un poco hacia abajo.
- Fue Axl, el chico de anoche..... – sonrió, dejándose
lavar, y sintiéndose por su parte muy cómodo y relajado.
– Me mintió, y eso me enfadó mucho....
-¿Y qué hiciste?- lo recostó contra su pecho
limpiando su sexo con las manos y sonriendo levemente oliéndole
el pelo y pasándole las manos por las piernas enjabonándoselas.
- Le caí encima.... – se rió porque seguro
sonaba extraño, y cerró los ojos. – Y Slave
lo golpeó de nuevo....
Ryo se rió con suavidad -¿Le caíste? ¿Y
desde donde te tirabas?-preguntó intrigado por saber qué
demonios estaban haciendo.
-Las escaleras... – respondió, ya sin siquiera pensarlo.
-Las escaleras… ¿no te hiciste daño? ¿Es
un piso muy alto?
- No tanto.... ¿No notaste el morado en mi rodilla? Se pondrá
peor... – murmuró como si no tuviera importancia. De
hecho, para él no la tenía.
Le pasó la mano por el morado con cuidado tocándole
el hueso aún si le hacía un poco de daño –Está
un poco hinchada… luego te pongo una crema….- le pasó
las manos por el pelo enjabonándoselo y masajeándolo
–Duérmete si quieres… luego te llevo a la cama…
El chico se rió con suavidad. - ¿Por qué eres
tan bueno conmigo? Al final sí tienes complejo de padre....
-No gracias… mi semen está vetado para el sexo débil…-
se rió pensando en el carácter de su ex mujer y determinando
que de todo era menos débil. Aún así sin retractar
su frase –Y no lo sé… ¿Por qué
debería ser de otro modo?
- Porque todo el mundo lo es, ¿no? Pero supongo que igual
recibes algo a cambio. – contestó sin abrir los ojos
de nuevo. – No, tú ya eres así, ¿será?
-Yo soy así… pero no con todo el mundo si es a lo
que te refieres…- lo miró sonriendo levemente y abrazándolo
a medida que lo subía a sus piernas recostándolo contra
su pecho –Creía que Slave era tu hermano… debe
quererte entonces…
- Oh, no cuento a Slave entre la gente. Es distinto con él.
– sonrió de nuevo. - Sí me quiere, aunque me
riñó anoche.... no creo que lo hiciera adrede.
-¿Por qué te riñó?- preguntó
acariciándole el cabello aún mientras se lo enjuagaba
pensando que era un niño pequeño, ya tuviera el morbo
más grande del mundo o no.
- Porque estaba haciendo demasiado ruido. – se encogió
de hombros, suspirando luego. – Ya se cansará, diga
lo que diga...
-¿De ti? No creo yo eso… - se levantó del agua
llevándolo con él, chorreando por el piso y acostándose
a su lado en la cama, tapándolo con las sábanas a
pesar de que estaban ahora húmedos, las sabanas y ellos.
Lo abrazó contra él -¿Te gusta Slave?
- No de esa manera, somos hermanos, ya te lo dije. – suspiró
mirándolo. – Pero soy un poco inmaduro. – se
echó a reír, a sabiendas de que era mucho más
que “un poco”.
-¿Y qué me quieres decir con eso?- sonrió
mirándolo a los ojos –Todos somos inmaduros…
- Que no quiero que mi hermanito me deje.... – se rió
de nuevo mirándolo a los ojos. - ¿Alguna vez te sientes
fuera de lugar, Ryo?
-Sí, claro… ¿es porque Ren y Slave están
juntos y es incómodo para ti? Por eso estás tanto
tiempo conmigo también…- sonrió sin separar
los labios –Bueno… yo voy a cuidar de ti, soy tu papi…
hasta que encuentres un novio y me pida tu mano…
Dragon se echó a reír, recogiéndose contra
él. - Eso puede que nunca pase. Terminarás con un
hijo solterón, y amargado. Y tú tampoco podrás
casarte de nuevo.
-Bueno… qué se le va a hacer…- se rió
recogiéndolo contra su cuerpo y besándole la frente
–Yo digo que sí pasara… ya veras…
- Si tienes suerte, moriré antes de llegar a los veinte.
– sonrió, cerrando los ojos de nuevo. – A ver
si te escucha alguien.... en mi caso ya sabes quien.
-¿Quién?- lo miró a los ojos un poco confundido
porque le había desconcentrado con lo de morirse –Como
te mueras te mataré de nuevo… - se rió tapándole
la cabeza con la sábana.
- Y te creo capaz... – se rió sin aclararle, bajando
un poco la sábana para observarlo de nuevo. – Despiértame
si te vas.
-Sólo si me dices quien…- sujetó la sábana
mirándole los ojos.
- El otro protagonista de la Biblia- se rió, alzándose
un poco para besarle los labios.
-¿Lucifer?... era el más sexy… - se giró
subiéndolo sobre él y lo abrazó dibujando en
su espalda con los dedos. Lo cierto es que el también necesitaba
dormir un poco –Descansa… que no me sé ninguna
nana para cantarte…
- Qué desilusión.... – se rió de nuevo.
– Descuida, llevo mis nanas por dentro.
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