Capítulo 37- Who's the Captive
One? Me or You?
Slave miró al albino sujetando la mano de Ren y observando
su coche y cómo entraba en él sin fiarse demasiado
de ir él conduciendo pero no era como que él supiera
después de todo.
- Me pregunto qué tanto hará por el día...
– Dragon se detuvo, mirando el coche desconfiado, el mismo
pensamiento de Slave pasando por su cerebro. Claro que él
sí se atrevía a conducir, aunque no garantizaba que
llegasen todos sanos y salvos, ni que el coche sobreviviera.
- Yo conduciré. – sentenció el rubio, mirando
al albino aún desde afuera. No se fiaba para nada.
-Puedo hacerlo yo…- el albino lo miró a los ojos molesto
sólo porque le había recordado al chico que lo llevaba
a clase cada día.
-No lo ponemos en duda- Slave abrió la puerta de atrás
y lo empujó adentro, subiéndose después al
lado de Ren y colocando las llaves que acababa de quitarle al albino
de las manos –Y a ver qué haces ahí atrás…
como jodas, te meto en el maletero…- le amenazó llevándose
la mano a la frente después y recostándose en el asiento.
Dragon entró, por fin, riendo un poco, y recostándose
contra el asiento. – Así se viaja bien, ¿eh?
Ren le dirigió una mirada al moreno para asegurarse de que
estuviera bien, antes de encender el auto y emprender la marcha.
No había conducido en años pero no era tan difícil
recordar aquello.
-¿Tienes trabajo, Ren?-preguntó el albino interesado,
mirándolo en el retrovisor y haciendo que Slave prestase
atención a la conversación, bajando después
la ventanilla y apoyándose con el brazo en el marco, cerrando
los ojos al aire como si en realidad no hiciese ni caso.
- Sí, conseguí trabajo hace unos días. –
le respondió sin ver por qué no. Si lo había
encontrado, suponía que podía averiguarlo de todas
maneras.
-¿Hace cuanto has salido de la cárcel?- siguió
preguntando, cruzándose de brazos y jugando con su labio
inferior.
- Hace dos meses...... – lo miró por el retrovisor,
volviendo a mirar la calle luego antes de girar una esquina.
-¿Qué clase de trabajo es?
- Trabajo en una librería. ¿Por qué preguntas?
-Hm… le diré a mi asesor que prepare una nómina
falsa que diga que trabajas en la empresa de mi padre desde hace
un mes y medio… como él no está en el país
y mi madre es una descerebrada, yo me encargo de eso… entrarás
a trabajar como contable…
- ¿Por qué harías eso? – lo miró
por el retrovisor de nuevo sorprendido. - ¿No crees que se
verá un poco sospechoso que yo trabaje para tu padre ahora?
-¿Por qué? Eres contable ¿no?- sonrió
dulcemente –Yo apoyo la reinserción de los ex presidiarios
en la sociedad y mi padre también… La nuestra es una
familia solidaria que ha apoyado a muchas causas… además
sabemos que estás profundamente arrepentido de hacer aquello
y por eso te hemos dado la oportunidad. De hecho, tú y yo
somos buenos amigos hace tiempo ¿verdad?- preguntó
aún manteniendo aquella sonrisa y haciendo que Slave se marease
y celase a la vez.
- Buenos... amigos ¿eh? – el rubio lo miró
por el retrovisor de nuevo, sonriendo un poco, sin creerse el descaro.
– Y ¿si digo que no? – preguntó por tantear.
Aunque veía la conveniencia en aquello, un buen trabajo y
de paso, la sospecha recaería sobre él también.
Claro que podía llamar la atención, cosa que no deseaba.
- No sé… ¿Qué no serias muy inteligente?
A mí no me sirve de nada…lo digo porque… así
verán que no tienes por qué estar rencoroso con ella,
su novio te ayuda, sois amigos, tienes un buen trabajo… incluso
les diré que ni siquiera te menté porque como ahora
tú y ella os llevabais bastante bien … ¿tienes
casa?
Slave abrió los ojos de nuevo, mirando atrás de soslayo
y molestándose de nuevo de paso, echando una ojeada a Dragon
que parecía haber agotado sus pilas.
- Alquilo un piso. – contestó, pensativo, y reduciendo
un poco la velocidad.
Dragon le sonrió al moreno, entrecerrando los ojos.Slave
se giró de espaldas, arrodillándose en el asiento
y acariciándole el cabello, mostrándole el botecito
de supuesto aroma de coco de nuevo y se lo soltó en las piernas
-¿Tienes sueño?- susurró mirándolo.
-Seguro que la policía irá a verte… ¿vives
con tu esclavo?-preguntó intrigado por el botecito aquel
ahora.
- Eso planeo, pero por las circunstancias, se está quedando
con Dragon. – le respondió, aún conduciendo
a aquella velocidad. Ya estaban muy cerca.
- Un poco, sólo tomaba una siesta hasta que llegásemos
– le sonrió el chico llevándose el botecito
a la nariz y esnifando como si fuera mala educación rechazarlo,
devolviéndoselo a Slave luego.
El moreno se lo guardó en el bolsillo -¿Seguro que
no te pasa nada?
Axl miró por la ventana suspirando –Deberían
vivir juntos… claro… que se quite ese aspecto si llega
la policía… tener un compañero de piso o incluso
una pareja, seas gay o no, también da más sensación
de que tu vida esta rehecha y plena…- volvió a jugar
con sus mechones entre los dedos -¿Falta mucho?-suspiró.
- No quiero que lo relacionen con esto. Y ya llegamos. –
sentenció, girando una vez más y aparcando frente
al edificio.
- Estoy bien, sólo que me canso de vez en cuando. Soy humano-
le sonrió el chico, sentándose recto, e inclinándose
hacia él para susurrarle - ...”desgraciadamente”...
– riéndose bajito y bajando del auto.
Slave se bajó también caminando hasta estar al lado
del rubio, sujetándolo por los hombros -¿Crees que
si me duermo podría pasarme algo luego de ese golpe?- confesó
preocupado lo que había estado pensando.
-Pf…- el albino miró el edificio frunciendo el ceño
y siguiendo a Ren.
- No, si te fuera a pasar algo, ya te habría pasado. Además,
yo estaré vigilándote. – le sonrió con
dulzura, alzando una mano para acariciar su quijada.
- ¿Qué? ¿No te gusta mi castillo?- Dragon
lo miró de soslayo, burlón, y un poco impaciente porque
le hiciera efecto.
-Es que estoy cansado…- se explicó rozando la cara
contra su mano y lamiéndole la palma, besándosela
después. El albino subiendo una ceja sin decir nada al respecto
mirando luego a Dragon.
-Prefiero otras de tus cualidades.
- Y yo preferiría un castillo de verdad, pero esto es lo
que hay, no me quejo. Y tiene carácter... – se rió,
porque le parecía que le hablaba como si se la intentase
vender.
- Vas a dormir entonces. Y como dije, yo te cuidaré. –
susurró el rubio cariñosamente, un poco más
serio después. – Me asustaste...
-Los castillos no manan de las fuentes, si realmente quisieras
uno, harías algo por conseguirlo…- el albino pasó
al interior echando un vistazo sin mucho entusiasmo al ver que sólo
había un colchón además roñoso –Joder,
me estoy meando…
-¿Y? ¿Necesitas que te la sacudan?- el moreno lo
miró entreabriendo un ojo y señalándole la
puerta del baño al fondo.
- No vayas a dejarlo todo oloroso... – bromeó Dragon,
aunque tenía ganas de patearle el trasero de nuevo, y se
dirigió a encender las velas, como cada noche.
Ren miró hacia el baño, aunque reacio a separarse
de Slave.
- Tranquilo, no va a caber por esa ventana, y tampoco creo que
se lance.... – le aseguró el chico de cabello rosa.
El albino miró la taza del bater suspirando asqueado y luego
tiró de la cadena notando que no funcionaba y tampoco podría
lavarse –Oh! Vamos, no me jodas! … qué asco…-
salió protestando y se sentó en el sillón recostándose
un poco.
-Átalo Dragon…
-No me ates… no me voy a pirar joder…
- Y nosotros no matamos a tu prometida. – le sonrió
maliciosamente, tomando un trozo de tela que en mejores tiempos
había sido una camiseta, y rompiéndola en dos, para
poder atar sus tobillos también. – Y si no quieres
pasar dificultades, no persigas los problemas.
- Átalo bien, Dragon. No importa que quede demasiado apretado.
– le recomendó el rubio.
- Ya sé, ya sé! No pensaba dejarlo cómodo...
– protestó el chico, un poco contrariado de que siempre
le estuvieran viendo por encima del hombro.
El albino se apoyó en el sillón saltando hacia atrás
y poniéndose de pie tras el respaldo–Los pies no…
con las manos es suficiente…- Slave carraspeó esperando
no tener que levantarse.
- Ya vimos lo que eres capaz de hacer con los pies. – Ren
lo miró serio de nuevo. – Tranquilo, Slave –
le comentó porque le había visto el ademán,
y no quería que se esforzase por gusto.
- Nunca cumples lo que prometes, ¿eh? – Dragon lo
siguió detrás del sillón. – Ya deja de
huir, no te va a doler... – se rió, sujetándolo.
El albino se separó sonriendo -¿Tú qué
sabrás? A mí no me gusta el bondage… - saltó
al otro lado del sofá de nuevo, aunque ahora sólo
era por jorobar.
Ren suspiró, viendo que eso iba a ser un juego eterno, sobre
todo porque Dragon empezaba a disfrutar el tener que perseguirlo.
– Slave, sujétalo para que Dragon pueda atarlo –
le ordenó aunque reacio.
El moreno se sentó –Para quieto… ¿Quieres?!
Los dos…
Axl se acostó en el sofá de nuevo –A ver…
Dios qué pesados… como me mee, tendrás que llevarme
en brazos - Slave se acostó otra vez girándose de
espaldas a ellos y tapándose la cara con el brazo,
-Dejaré que te mees por encima…
Dragon se arrodilló, atándole las manos primero y
luego los pies, en silencio, comentando luego. – Intenta aguantarte....
– y apartándose un poco, para sentarse en el suelo
vigilándolo.
- Puedes dormir Dragon, yo me quedaré despierto por ahora.
– le sugirió Ren, acariciando el cabello de Slave.
– De todos modos, está atado....
- Ya no tengo sueño, no importa.... Igual me voy a dormir
luego sea como sea....
-¿Por qué no me cuentas cómo la matasteis?
¿Estabas ahí?- el albino se miró las muñecas
–Me aprieta…
- Se supone que te apriete... – lo miró el chico,
preguntándose si comprendía su situación. –
Claro que estaba allí, ¿para qué quieres saber?
-Pero me está molestando…- continuó serio pensando
que podría haberle pegado una paliza en vez de dejarse atar
–Cómo lo hicisteis…
- Bien.... – le sonrió maliciosamente el chico. –
No me contestas por qué quieres saber. ¿De veras no
la amabas o más bien, es que la odiabas?
Slave se giró abrazando a Ren y llevándose con el
a la cama, abrazándolo como si fuera algún tipo de
peluche, lo miró a los ojos y los cerró de nuevo.
El rubio sonrió acariciando su mejilla, y cerrando los ojos
también, pegándose a él. Lo amaba más
que a nada en el mundo. No iba a permitir que le hicieran daño
por su culpa.
-Yo qué sé… era una puta como otra cualquiera,
esta por lo menos era tonta y sabía que no me iba a joder
demasiado. Es la hija de un amigo de mi padre, bueno, era, no la
odiaba, me era indiferente… Sólo preguntaba porque
los actos inteligentes se pueden recorrer a la inversa con lógica…
pero los que se hacen por impulso no pueden reconstruirse fácilmente…
me molesta el flequillo…- protestó de nuevo al girarse
de lado notando que le caía sobre los ojos.
- Bueno.... – el chico se quedó pensativo, tratando
de recordar aunque claro con lo colocado que había estado.
– Primero repartimos volantes para que fuera al pub ese, y
luego la esperamos, la perseguimos.... Slave la guió hasta
allí. Y entonces Ren la asustó para que entrara. –
se echó a reír, de pronto, recordando. – Debiste
ver su cara cuando llegó arriba y nos vio a nosotros.........
Y luego Slave empezó con lo de las latas de fumigación
y eso.... – hizo un gesto como de asco. – Lo peor del
caso es que trataba de que la defendiésemos de Ren, nosotros!
Y realmente creyó que yo la ayudaría a subir... –se
rió de nuevo, sin ser consciente de si alguien más
podría comprender su historia o no, y se levantó,
apartándole el flequillo de un manotazo. – No tienes
suerte, siempre te va a caer allí.
-¿Tienes que ser tan basto?- el albino sacudió un
poco la cabeza molesto por su gesto brusco y se giró de frente
para que no le molestase más el pelo, aunque con lo que le
molestaban las muñecas, no sabía qué era peor
–Me saldrán marcas y se me va a notar… y si la
policía me lo pide, no tendré mas remedio que mostrarles…
¿Qué es eso de los fumigadores, de todos modos? –
preguntó sin comprender ni la mitad, deduciendo que no había
sido un acto muy inteligente después de todo.
- ¿Qué no sabes nada? – se quedó mirándolo
preguntándose si no habría sido un error contarle
después de todo, y se alejó, sentándose de
nuevo frente a él. – No lo sé, como soy muy
basto, a lo mejor prefiero no contarte.
-No te molestes encima…- el albino sonrió mirando
al techo incrédulo –Sólo sé que la mataron
¿o crees que informaron al traumatizado novio de los detalles?-
se rió recordando su escena ante el policía –Tengo
que hacer unas llamadas…
- Buena suerte con eso... – sonrió, mirando sus muñecas
atadas. – ¿A quien piensas llamar?
-A la señora de la limpieza y a un amigo que va a buscarme
cada mañana y si no los llamo, os aseguro que no se quedarán
de brazos cruzados… así que… buena suerte con
eso…
- Bien... – suspiró, levantándose de nuevo.
– Yo marco por ti.
-Vale… cógelo de mi bolsillo procurando no tocarme
la polla en el proceso…
- ¿Por qué? ¿Se te cae si te la toco? –
se burló el chico, metiendo la mano en su bolsillo, y encontrando
el móvil enseguida, igual rozándole la polla a la
vez que sonreía, antes de sacar la mano por fin. - ¿Cuál
es el número?
El albino lo miró de soslayo -No sé… mira en
la agenda…- bajó las cejas pensando que todos sabían
eso y de paso que le había rozado la polla adrede –No
se me cae, al revés… ya sé que estás
acostumbrado a estar con hombres mayores a los que sólo se
les pone morcillona como mucho, pero no es mi caso… y ahora
busca Eric…
- ¿Sabes que me burlé de tu polla? Con tu prometida...
le dije que la tendrías como un lápiz y la hice lamerlo.......
– se rió, tanto para molestarlo como porque le hacía
gracia, mientras buscaba en la agenda. – Y Ryo la tiene muy
grande para que sepas. Toma, habla – le puso el teléfono
junto a la cara, como para evitar que le replicase.
El albino se esperó, escuchando el tono del móvil
y la voz del moreno al otro lado –No vengas a buscarme mañana,
porque no… estoy en casa de alguien… no… sí,
eso mismo hacía…- suspiró, mirando a un lado
escuchando su voz de molesto al otro lado y el silencio eterno que
siempre la seguía, sonriendo con malicia –Sólo
era eso- y apartando la cara para que colgase.
Lo miró de nuevo una vez hubo colgado –Burro grande
ande o no ande… debe ser tu teoría para las pollas…
y ella nunca me la vio así que es igual, ahora busca Naoya.
- Pues te diré que anda muy bien – se rió igualmente,
sin importarle mucho lo que opinara de eso y buscando el otro número.
– Aquí está..... – le puso el teléfono
al lado de nuevo.
-Naoya-san… no, estoy bien…- sonrió levemente
como para hacer su acto por más que no lo estuvieran viendo
–Disculpa que te moleste a estas horas, es que un amigo mío
se encuentra mal y estoy quedándome en su casa por esta noche…
No es necesario que mañana venga a la casa, no… sí…estaré
bien, volveré mañana por la noche, gracias, buenas
noches…- la mujer colgó al otro lado tras despedirse
y le sonrió de medio lado a Dragon, mañana por la
noche debía estar allí.
- ¿Quieres que te lo guarde de nuevo? – el chico tomó
el móvil de su mano, colgando y jugueteando con él.
– Seguro piensan que eres un ángel ¿no?
-Vale… - lo miró de soslayo –Soy un ángel…-
le sonrió de forma encantadora mirándolo y luego se
giró de nuevo mirando al techo serio, suspirando con fuerza
–Tengo sed…
- Sí que te quejas... – refunfuñó el
chico guardándole el móvil y resistiéndose
a tocarle la polla de nuevo. – Sólo tengo licor.
-Pero yo no bebo…- lo miró preguntándose qué
clase de persona no tendría agua –Quiero agua…
- Pues no hay agua.... –Hum... espera.... – se quedó
pensando en la botella de Slave, pero por alguna razón, no
quería que el albino bebiese de la misma. Se puso de pie,
buscando y observando a los dos otros chicos que parecían
profundamente dormidos. Suspiró, tomando la botella y vaciando
un poco en una de las botellas de whiskey vacías, llevándosela
al albino. – Abre la boca pues.
-Qué patético… procura no ponerte cachondo-
murmuró entreabriendo los labios.
- Sigue así y a lo mejor no te doy- se rió el chico,
igual acercando la botella a sus labios y retirándola de
nuevo. – Yo prefiero a mis hombres capaces, para que lo sepas.
– se burló de nuevo, por fin dejándole probar
el agua.
El albino bebió con cierta avidez porque estaba con sed
desde la pelea, tratando de que no se cayese por fuera, aunque aún
así se derramó parte por su mejilla y cuello. La empujó
con los labios para apartarla de él porque ya no quería
más, y se giró de lado en el sofá de nuevo
mirándose las manos y pensando que de veras le hacía
daño en la piel. Nunca lo habían tratado así
y era desagradable. Además se estaba hartando y comenzaba
a plantearse el traicionarlos en cuanto le fuera posible.
Dragon retiró la botella y se sentó en el suelo,
bebiendo un poco él como por inercia. - ¿Por qué?
¿Por qué me protegiste cuando me tiré? –
le preguntó por curiosidad, y porque se acababa de acordar.
-No quería hacerte daño- lo miró entre el
cabello blanco -¿No tienes un cojín? Me dolerá
el cuello…
-No, lo único que tengo es esto y el colchón y esa
mesa, pero... – se rió, pasándole una camiseta
enrollada. - Usa esto. Y con todas esas amenazas, yo creí
que la idea era hacerme daño.
-La idea era que no me hicierais daño a mí- levantó
la cara, apoyándola después en la camiseta y oliéndola
por si acaso, antes de apoyar la cara de nuevo -¿Y tú,
trabajas?
- Eso me pregunto yo.... – sonrió, de veras preguntándose
si aún tendría trabajo. Bueno, pero un día,
faltaba cualquiera ¿no? – Soy mesero en un bar cerca...
-¿Y por qué vives en este piso de mierda entonces?
Sin agua…
- No gano suficiente.... Y ya vivía aquí, así
que me quedé hasta que lo tumben. – suspiró,
mirando a su alrededor. – Siempre consigo donde ducharme,
de todos modos....
-Ya imagino cómo…- sonrió pensando que él
no haría eso ni loco. Claro, que tampoco podría estar
sin tomar una ducha todos los días. Lo miró entrecerrando
los ojos –Tengo que ducharme mañana- espetó.
- Ya veremos. Tal vez podamos ir a donde vivía Slave. O
si quieres, vamos a los saunas... – le sonrió maliciosamente
seguro de que se espantaba.
-¿A una sauna? Yo tengo sauna en mi casa… pero nunca
he ido a una sauna pública… ¿Está sucio?-preguntó
desde luego intrigado.
- No, está limpio, si hay duchas por todos lados... –
se rió, tomándolo por inocente. Al menos en ese aspecto.
-Ya… pero las duchas pueden estar sucias…- frunció
el ceño molesto de que lo tomara por estúpido –Podemos
ir… si está limpio eso… - anunció como
si estuviese en posición de ordenar a donde se iba o no,
y un poco desconfiado después -¿Y cómo vas
tú a una sauna? ¿No es caro? No es como un baño
público o algo así…
- No, esta no es cara... – se rió de nuevo, observándolo,
y sujetándose las rodillas. – Es accesible para todo
el mundo. ¿Te echas para atrás?
-No si está limpio… - insistió pensando que
aún así le daba un poco de molestia pensar en apoyarse
medio desnudo en donde había estado otro con su piel desnuda
-¿Es tu novio el Ken?
- No.... sólo un amigo. Aunque sí nos hemos acostado....–
le aclaró, sonriendo. – Y se llama Ryo...
-Hm… Ryo bollito… ¿y por qué te tiras
a un tío así? Eres pequeño…aunque a mí
también me gusta acostarme con gente mayor… Tengo frío,
tápame…
- Porque es divertido, y está bueno, ¿no lo notas?
– volvió a reírse, sacudiendo la cabeza. - ¿Sabes
que no soy tu niñera, no es así?
-Estará bueno si te gustan los vigilantes de la playa…
y no, ya sé que no lo eres, porque ella es amable conmigo,
ahora tápame…
- Se me acabó la ropa, y no tengo sábanas, por si
no lo has notado. Y admitiste que tienes niñera. –
se rió, pensando que estaba grande para una.
-No, vivo solo… pero lo decía por la señora
que limpia y me hace la comida. ¿Cómo voy a tener
niñera? ¿Qué crees? ¿Mari poppers?-
suspiró recogiendo las rodillas dentro de los brazos pensando
que quería irse a su casa.
- Vaaaale..... Pero realmente no tengo ninguna sábana. –
suspiró, recostándose de lado en el suelo. - ¿Vives
solo? Y ¿tu familia?
-No tienes sábanas! ¿Y que haces en invierno? ¿Morirte
de frío?- suspiró de vuelta, observándolo contrariado
–Mi familia vive en otra casa, me fui porque estaba harto
y de todos modos, nunca están en casa.
- ¿De veras? Yo hubiera creído que tenías
la familia perfecta- respondió, devolviéndole la mirada,
sin levantarse, aunque no veía para qué le gritaba.
Ni que fuera a aparecer sábanas sólo con eso. –
Y no he llegado a invierno aún, ya veré qué
hago, si aún vivo aquí.
El albino se rió por lo bajo –Son perfectos de hecho,
pero no tienen por qué estar en casa mirando para mí
¿no crees? Mi padre trabaja y también mi madre, él
se pasa el tiempo fuera de viaje y mi madre vende joyas… así
que necesita muchas amistades importantes. De todos modos no los
necesito, ni a nadie… tengo frío…
- Vale, ya... – giró los ojos, como harto de tanta
quemadera, poniéndose de pie y yendo a por la única
camiseta más o menos abrigada que tenía, irónicamente,
la que había utilizado aquella noche. Se la tiró encima.
– No me la dañes, que no tengo más. –
y volvió a sentarse en el suelo, acostándose luego.
-Oye… por si no lo has notado, tu camiseta a mí sólo
me vale para taparme medio pecho y además no me la puedo
poner atado…- lo miró a los ojos suspirando y deseando
portarse como realmente era pero no… no era estúpido,
no haría algo así –Me meo…
- Te dije que te aguantaras, no te voy a desatar. – frunció
el ceño, un poco harto con su actitud. No sabía ni
para qué era medianamente amable con él.
-No me puedo aguantar sin mear toda la noche… desátame
los pies… necesito mear…
- Sí puedes aguantar, no debí darte agua... –
refunfuñó el chico. - ¿Por qué no te
duermes ya?
-No puedo dormirme con ganas de mear- insistió suspirando
–Pero desátame los pies… No seas pesado ¿piensas
tenerme atado mañana todo el día o qué?
-Mañana no voy a estar solo contigo... – se sentó
de nuevo, mirándolo contrariado. – tal vez deba despertar
a Slave para esto....
-Dios no… me cortará el rabo…- se giró
de espaldas en el sofá y cerró los ojos bastante harto
también de todo en general –No me escaparé…
Dragon suspiró, sin saber qué hacer y finalmente
poniéndose de pie, preguntándose por qué era
tan idiota. – Vale, te voy a desatar los pies, pero.... –
sacó su navaja del bolsillo, mostrándosela. -.....
no se te ocurra hacer nada...
-Vale…- se aguantó las ganas de sonreír preguntándose
qué tan difícil sería quitarle la navaja de
una patada y esperando a que le desatase los pies.
El chico de cabello rosa, se agachó un poco desatándole
los pies, y colocando la navaja contra su cuello inmediatamente.
– Y yo voy contigo....
-Suerte para ti…- el albino lo miró de soslayo y caminó
al baño tranquilamente, abriéndose la cremallera del
pantalón –Procura no ponerte duro contra mi culo…-
se rió mirándolo de soslayo de nuevo –No puedo
mear si me estás mirando…
- Ya te desaté y vine hasta aquí contigo. Lo menos
que puedes hacer es mear, porque no voy a quitarte la vista de encima.
– le aseguró, serio, aún sosteniendo la navaja
contra su cuello.
-Qué pesado…- el albino se puso a ello ya que realmente
no le importaba ni lo más mínimo, y se giró,
meándole por encima y aprovechando que se separaba, para
efectivamente pegarle una patada en la mano. Salió corriendo
por el pasillo, pensando en lo idiota que había sido por
no haber cerrado la puerta del cuarto de baño y saltó
por encima del colchón donde dormían los otros, abriendo
la puerta entre sus manos atadas, golpeándola un poco angustiado
y echando a correr escaleras abajo.
- Oye! – Dragon se agachó, recogiendo la navaja y
echando a correr tras él, despertando a Ren, con el alboroto.
- ¿Qué? Dragon! Slave! – el rubio lo movió
un poco, alarmado. – Slave! Se ha escapado!
Mientras, Dragon seguía con la persecución, el ceño
fruncido y sintiéndose completamente estúpido, y sin
pensarlo mucho, imitando lo que habían estado haciendo él
y Slave durante el día por diversión, y saltando abajo
en la escalera decidido a caerle encima. Cosa que efectivamente
hizo, el albino tratando de sacárselo de encima un poco atontado
por el golpe.
Slave salió corriendo de el peor humor que se hubiera sentido
en siglos y corrió por la barandilla descolgándose
abajo, sujetando a Dragon para quitárselo de encima al albino
y emprendiéndola a patadas con él, estampándolo
contra la puerta metálica de la entrada.
Ren los alcanzó poco después, ya que bajaba la escalera
de manera normal, aunque tan rápido como podía, y
se agachó frente a Dragon que tampoco había quedado
ileso del golpe, sujetándolo por los hombros y percibiendo
aquel olor. - ¿Qué sucedió?
- Yo.... él quería mear y.... y... – frunció
el ceño, recordando y tratando de ponerse de pie de nuevo.
– Lo voy a ....
- No, ya es suficiente. Slave.... Slave! Detente, lo vas a matar
– le ordenó, aún sujetando a Dragon.
El moreno se giró sudando y claramente furioso. Lo sujetó
por la muñeca, subiéndolo al piso a arrastras por
las escaleras temblando un poco, aguantándose por no matarlo
y básicamente porque se lo había ordenado Ren. Lo
colocó sobre la mesa y le ató los pies a las patas
de esta. No contestaba, por no hacer, ni se movía y a la
vista estaba que había vomitado. Le levantó la camiseta,
observando el abdomen totalmente amoratado y le escupió en
la cara acostándose de nuevo.
Ren suspiró, observando al chico y asegurándose de
que respiraba y de que permanecería respirando. No podían
hacer las cosas de aquella manera. Se agachó, tomando la
botella de agua de Slave y entregándosela a Dragon. –
Toma, trata de lavarte un poco, seguro que no le molesta...
El chico tomó la botella con un gesto brusco mirando al
albino con auténtica furia, y saliendo un momento del cuarto
para quitarse los pantalones y echarse un poco de agua por las piernas.
No podía sentirse más humillado y más cabreado
porque no era posible.
Axl entreabrió los ojos un poco mirando a un lado y los
cerró de nuevo, pensando que más les hubiera valido
matarlo, porque iban a desear que estuviera muerto en cuanto lograse
escaparse.
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