Capítulo 36- You've Got Me Climbing
the Walls
- No podemos... Ahora comprendo.... – susurró el rubio
de vuelta, sin soltarlo, como deseando protegerlo. – Debes
tener más cuidado, Slave. Y nosotros... tenemos que hacer
algo. No parece policía, no, seguro que no lo es.
-No… es pequeño…- aseguró mirando de
soslayo a Ryo sin soltarse de Ren –Ryo tiene que salir de
aquí… así no podemos preguntarle por qué
coño sabe eso. Tal vez era su amigo… puedo matarlo
si quieres…
El albino se sentó como podía sobre las cajas, y
se bajó, limpiándose la cara con la mano y peinándose
un poco. No podía creer que no hubiera ganado. Miró
a Slave fijamente con algo de odio, acercándose y Ryo lo
empujó con una mano sentándolo de nuevo.
- No, aún no... No sabemos nada de esto. – Ren suspiró,
pensando que igual con matarlo, se acababa el problema, pero no
le gustaba hacer las cosas así. ¿Qué tal si
alguien más sabía? ¿O si sabían que
estaba allí, luchando contra Slave? – Además,
nos vieron entrar aquí a todos juntos, cómo pelearon
allá afuera... Aún no podemos hacer nada. Voy a pedirle
a Dragon que se lleve a Ryo, a ver si lo convence....
- ¿Qué sucede? ¿No te bastó con un
hombro? Querrás que te descoloque el otro para equilibrar...
– se burló, Dragon, observándolo de cerca, y
tan sólo enderezándose cuando escuchó que lo
llamaban.
-Tú como mucho, me descolocas la polla…- el albino
se apoyó contra la pared agarrándose el hombro y mirándolos,
suponiendo que hablaban de él. Preguntándose si lo
habían hecho entre los tres.
-Habrá que enterarse de qué es lo que sabe y cuantas
personas lo saben… ya sabes cómo…- Slave miró
a Ren, recostándose un poco en las cajas y cerrando los ojos,
porque seguía mareado por el golpe en la cabeza.
- No hablaba de mí – Dragon le sonrió malicioso,
alejándose y agachándose junto a los otros dos chicos.
- ¿Qué sucede?
- Necesitamos un favor. Te voy a explicar, pero no alces la voz
– le advirtió Ren, porque ya lo conocía. –
Ese chico... parece saber sobre nosotros, no sabemos cuanto, pero
necesitamos averiguarlo. Así que ... ¿puedes llevarte
a Ryo de aquí? Por favor, inventa cualquier excusa...
- ¿Seguros? ¿Se pueden quedar solos con él?
– miró al albino sin ningún disimulo, haciendo
que Ren suspirase.
- Por supuesto... sólo llevátelo, ¿quieres?
-Ryo… ¿puedes traerme la ropa de este tío y
la mía?- Slave sujetó la muñeca de Dragon para
que no se fuera. No era cuestión de separarse, ni de coña,
tal como estaba dejaba a ese tío básicamente solo
con Ren.
-Sí… claro… ¿seguro que no necesitáis
ayuda con él?- el moreno los miró sin moverse y el
albino sonrió sin levantarse.
- No, estamos bien – le sonrió el rubio, Dragon mirando
cómo lo había agarrado Slave, para sonreír
luego también, cruzando dos dedos tras de su espalda.
- Prometo portarme bien, así que tráeme algo de beber
si puedes...
-Vale…- el moreno se mordió un poco los labios por
no reírse descaradamente de lo que intentaban hacer, pegándole
una nalgada a Dragón mientras salía –“Pero
si te portas mal, después me lo cuentas”- le susurró
al oído pasándole la mano por entre las piernas.
Slave se sentó en cuando la puerta se cerró y el
albino lo miró de vuelta jugando con un mechón de
pelo como si nada.
- ¿Qué quieres? – le preguntó el rubio
directamente, observándolo serio, mientras Dragon sonreía
aún, para nada preocupado.
-¿Una gaseosa?- el albino lo miró indiferente levantándose
como para verlo bien y Slave se levantó, aunque seguía
mareado y se colocó al lado de Ren, un poco más adelante.
Lo empujó por el pecho y el chico le sujetó la mano
con las suyas, Slave notando cómo sujetaba uno de sus dedos,
giró la mano y ya que no tenía camiseta, le agarró
de la carne del pecho.
-¿Qué sabes de Ren?- el albino trató de clavarle
los dedos en los tendones, pero era imposible con los cordones que
llevaba en las manos, pensando que seguro le arrancaba la piel de
apartarse y se rió con ese pensamiento mirándolo a
los ojos.
-Que tiene un perro.
- Slave, no te dejes provocar. – el rubio se puso de pie
también, pensando que aún debía estar débil
pero no iba a decirlo delante del otro. – Tengo un perro,
que es más de lo que tienes en estos momentos. Mucho más....
¿Deseas venganza, es eso?
Dragon se echó a reír, ahora sentado en el piso,
canturreando. – Mejor respondes...
Slave miró al rubio sin decir nada. De todos modos, no le
provocaba. Sabía lo que era y era feliz con ello, sólo
le provocaba que se acercase al rubio así y no lo iba a soltar.
-Calla… niño…- el albino miró a Dragon
bajando la vista tentado a pegarle una patada en la boca, Slave
soltándole el pecho y apretándole el cuello sólo
con imaginarse lo que estaba ocurriéndosele. Axl inclinó
la cara a un lado, mirando a Slave de nuevo, sujetando las manos
a su brazo alzándose en un segundo gracias a él y
pegándole en la cara una patada a pesar del ahogo.
Slave se fue hacia atrás y lo lanzó contra las cajas
a pesar del mareo y de todo. Echó la pierna atrás
pegándole una patada en el estómago y desestabilizándose
hacia atrás por lo mal que se sentía, el albino subiéndose
a las cajas más arriba y subiendo por ellas hasta donde no
llegaba el moreno
-Hijo de puta…- el moreno se pasó la mano por los
labios escupiendo sangre.
- Slave! – Ren se le acercó de nuevo, mirando hacia
arriba con furia. De nuevo se sentía inútil, débil,
y por supuesto, molesto.
-Estoy bien… solo un poco mareado…- aclaró el
moreno aún así apoyándose en él y mirando
al albino.
Dragon se puso de pie, trepando un poco, tan sólo para empezar
a remecer las cajas, como siempre, sin ningún cuidado ni
precaución. - ¿Qué te pasa, eh? Te la pasas
huyendo, idiota!
-Cómeme la polla, yonki… - el albino se sujetó
a una de las tuberías del techo con los brazos y las piernas
girando por ella y quedándose arriba. Eso era mejor que ir
a caerse por culpa del tío ese.
- Sí, sí, pero mientras te quedas guindado allí
toda la noche, ¿no? – se rió, subiendo un poco
más.
- Dragon, ten cuidado. – le advirtió Ren, aunque sabía
que trataba de ayudar.
-Si quieres podemos hacerlo guindando…- el albino lo miró
desde arriba sonriendo levemente en la oscuridad y fijándose
en cómo subía –Espero que sepas lo que haces
acercándote niño…
-Tócalo y te mato!…- el moreno miró arriba
pensando en lo que hubiera hecho de no haber recibido ese golpe
en la cabeza con los codos del albino.
-Ya… claro…- Axl se rió.
- Todos te vamos a matar – sonrió Dragon subiendo
un poco más y deseando poder lanzarle algo a ver si se caía.
- Dragon, deja eso, ¿estás loco? – el rubio
lo riñó, recordando cómo había luchado
en el ring. No era cualquier cosa. – Es suficiente, ¿qué
quieres? ¿Viniste sólo a pelear? – le preguntó
al albino.
-Vine a verte…- miró a Dragon de soslayo sin preocuparse
mucho en realidad. Desde luego que no era mejor que él y
sólo hacía falta ver al moreno que también
estaba peor que él ahora, había sido suerte lo de
antes. Saltó desde la tubería a Dragon sujetándolo
y haciendo temblar todas las cajas, retorciéndole el brazo
a la espalda y pegándose contra él. Slave hizo el
amago de saltar a las cajas y el albino le levantó un poco
el brazo al chico de cabello magenta -¿Le hago lo que tú
me hiciste? Perra…
- Así no se pelea, cobarde... – protestó el
chico como podía, aunque se notaba en su voz y en su cara
que no se sentía cómodo precisamente.
- Si querías verme, no había necesidad de todo esto,
¿verdad? – aún trató de razonar Ren,
a pesar de que no lo veía muy razonable. – Y tú
aceptaste los términos de la pelea allá afuera. No
es necesario cobrar venganza.
-No era necesario cobrar venganza… valiente frase para salir
de tus labios…- el albino le pasó la otra mano a Dragon
por las piernas distraídamente, deslizando sólo las
puntas de los dedos por ellas –No puedes culparme por no querer
morir… es todo…- sonrió mirándolo, como
si aquello fuera un juego –Quería saber si la habías
matado tú… para ganar al poli, pero ya lo he hecho…
así que ahora… ya está y me quiero ir a mi casa…
-¿Qué poli?...- preguntó Slave mirando la
mano de Axl -¿Quieres parar?!
-¿De qué? ¿Esto?- apoyó un dedo en
la nalga de Dragon apretándola un poco con él y se
rió un poco infantilmente –No…
- Me vas a excitar... – bromeó el chico, tratando
de confundirlo, y más bien sobresaltándose al ser
interrumpido por el rubio.
- Déjalo... ¿Quién crees que eres?! ¿Quién
eres?! – Ren dio un paso hacia delante, con los nervios crispados
ya, sin poder controlarse. -¿De qué estás hablando?!
Dragon aprovechó, para pisar hacia atrás, sobre el
pie del albino con todas sus fuerzas, intentando soltarse aunque
aquello significara una caída desagradable.
Axl se agarró a él, estúpidamente sin girarse
y protegiéndolo con su cuerpo, pegándose él,
sintiendo el doloroso golpe contra el suelo, dejando escapar un
gemido. Slave se quedó mirando, aún así agachándose
para coger a Dragon de encima de él, abrazándolo y
rodeándolo con fuerza, parado delante de Ren. Además,
ya se le estaba pasando el mareo.
El albino retrocedió por el suelo alejándose de ellos
y tratando de abrir la puerta que desde luego, estaba cerrada por
el otro lado. Le dio un puñetazo pegando la espalda a ella.
-Era mi prometida… - los entretuvo hablando por fin.
- ¿Tu prometida?.... – el rubio exhaló con
fuerza, ya rindiéndose ante sus emociones. No valía
la pena luchar más. – Y ¿qué quisiste
decir con lo del poli? ... ¿No es venganza lo que buscas?
Dragon se quedó en silencio, confundido, sin comprender
muy bien lo que había sucedido, pero aún así
abrazándose a Slave, susurrándole. – Estoy bien,
estoy bien....
Slave lo sujetó contra él igualmente con un brazo
suspirando con fuerza y mirando a Ren. El albino cruzándose
de brazos, lo cierto es que empezaba a tener frío.
-El poli que está investigando el asesinato, obviamente-
se frotó un poco los brazos mirándolos –No me
importaba una mierda esa tía… no busco venganza pero
no ibais a confesármelo sólo porque os preguntase
¿cierto? Además, era divertido…- sonrió
levemente de nuevo, incomprensiblemente para Slave, que inclinó
un poco la cabeza sin dejar de mirarlo confuso.
-¿Qué sabe ese poli?
-Es un pringado…
- Aún así, ¿sabe algo? ¿Qué
exactamente es lo que sabes tú y cuanto le has dicho?- Ren
lo miró un poco más compuesto aunque no dejaba de
sentirse descontrolado.
-… ella me contó lo que hiciste cuando trabajabas
para sus padres… y también sobre esa notita…
los intestinos en el coche…- se rió, porque le había
hecho mucha gracia que los limpiara ella misma por vergüenza
a que alguien viera lo que le habían hecho –Así
que era obvio… y el poli me interrogó… De todos
modos, si me matáis sólo levantareis más sospecha…
matarme a mí… el novio de ella… con toda la gente
que me ha visto aquí… y la gente a la que avise que
vendría… - se pasó la mano por el pelo jugando
con unos mechones de nuevo.
- Y ¿qué quieres entonces? – le preguntó
el rubio, repitiendo la interrogante del principio. Sabía
que tenía razón, pero no le parecía lógico
que simplemente averiguase eso y se marchase así como así.
Era como tener una espada sobre la cabeza.
Dragon apretó los labios porque le había dado la
risa con sólo recordar esas cosas. Respiró profundamente,
controlándose por una vez.
-Qué pesado… ya te lo he dicho… quería
ganar al poli ese…tengo frío…- suspiró
como diciéndoles que ya estaba harto y se quería ir.
-Te jodes…- susurró Slave de vuelta, Ryo sonriendo
contra la puerta donde había estado escuchando todo lo posible.
-Deberíais dejarme ir, yo puedo ayudaros…
- ¿Ayudarnos? ¿Cómo y por qué lo harías?
– continuó interrogándolo el rubio.
-¿Cómo? Con el poli… claro- se limpió
el pecho de polvo y los brazos suspirando harto –Y lo haría
porque… es divertido…
-¿Cómo sabemos cuándo dejara de divertirte?
-Obvio…- se rió, retrocediendo un poco por si acaso
–En realidad yo también quiero jugar…
Dragon se echó a reír sin poder aguantar más,
observándolo. - ¿Qué es esto? ¿Un patio
de escuela?
Ren lo miró un tanto contrariado, y mirando luego a Slave,
susurrándole. – No veo muchas opciones...
-No, pero ojalá lo fuera…- Axl miró a Dragon
sentándose sobre las cajas de nuevo.
-No…- el moreno se quedó mirando al suelo pensativo
-¿Quieres jugar? Es comprensible… entonces por qué
no nos demuestras cuan duro juegas…- lo retó alzando
la cabeza para mirarlo.
-Vale…- el albino sonrió levantándose.
- Tienes que hacer algo por nosotros... – comenzó
Ren , comprendiendo el pensamiento de Slave. Si estaba implicado,
no podría delatarlos.
-¿Crees que puedas matar a alguien? Me pregunto si puedes...
– lo interrumpió Dragon, entusiasmado con el prospecto
de nuevo.
-Claro que puedo…- el albino lo miró a los ojos fijamente,
sonriendo. Ryo se pegó más a la puerta intrigado,
tratando de escuchar, pero con el ruido de la música afuera
era casi imposible.
-Tendrás que demostrarlo…- Slave lo miró fijamente,
pero lo cierto es que él no estaba para ir a ningún
lado ya -Esta noche te quedarás con nosotros y mañana
todo el día… mañana por la noche lo haremos…
así que ya puedes avisar a tus papitos
-Pf… - el albino protestó imaginando la clase de lugar
asqueroso al que lo llevarían a pasar la noche –Vivo
solo… ¿Por qué no venís vosotros?
- Por supuesto que no. Estaríamos en tu territorio y no
podemos saber si es una trampa. – le contestó Ren,
para nada dejándose convencer.
- Da igual, yo también vivo solo, pero tendré invitados
esta noche. – se rió el chico de cabello rosa, añadiendo.
– Y tengo todo un edificio para mí casi.
-Ya imagino…- protestó el albino un poco asqueado
augurando que no podría lavarse.
-Y dormirás atado… no creas que confiamos en ti una
mierda…
-Normal…- se rió pensando que aún así
a todo seguía siendo divertido -¿Y el Ken de la Barbie?
¿Por qué no vuelve con mi ropa?
- Voy a buscarlo. Y si no fuera por él, seguro te pisotean
en la calle. – se rió Dragon recordando al chico que
casi lo mata. Seguro que alguien lo hubiera hecho con todo y furia
de Slave, y dirigiéndose hacia la puerta, tocándola,
al notar que
estaba cerrada. – Eh! Ryo!!!!!! Tengo sed!!!!! – le
gritó, echándose a reír luego.
El moreno esperó un poco sonriendo y entró al cabo
de un tiempo prudencial, lanzándole la ropa a la cara al
albino por decirle eso aunque sin decir nada para no descubrirse
-¿Qué quieres? No me iba a quedar en la puerta esperando
siglos a que acabaseis con el secretismo… pero no lo has matado…-
chasqueó los dedos mirando a Dragon –Muy mal…-
se rió bromeando y pasándole su ropa a Slave.
-Tío… - el albino lo miró de soslayo mientras
se vestía –eres un flipado… - soltó con
aire de dignidad.
- No, es mi papi, y me va a castigar... pero no esta noche que
estoy cansado – se rió Dragon, guindándose de
su cuello. – No me trajiste nada para beber, ¿al menos
tienes un caramelo?
-Este…- lo sujetó por las nalgas apretándolo
contra su sexo y sonriendo con picardía –Te invitaría
a algo, pero si estás cansado ya te tienes que ir a la camita-
lo besó superficialmente metiendo tres dedos por un agujero
de los jeans para tocarle las nalgas de forma más directa.
Subiéndolo sobre su cuerpo y abriendo una caja, sacó
un botellín de cerveza y lo abrió con los dientes
–Toma… luego se lo pago a Kevin.
-Cierto… podría ser tu padre…- el albino se
recolocó la ropa, atándose después los tenis
y Slave lo miró mientras se vestía bastante más
tranquilo ahora que Ryo también estaba allí. Inexplicablemente
y sin que se lo esperase para nada, había empezado a confiar
en él, tanto por respetarlos cuando le habían pedido
que sutilmente se fuera, como por su amistad con Dragon. Por supuesto,
no sabía que había estado pegado a la puerta todo
aquel tiempo.
-Oye niño… que sólo tengo 33
-Dios… - el albino negó con la cabeza -¿y él?
¿15?
Slave se rió y luego frunció el ceño contrariado
por haberse reído de algo que dijera ese –Imbécil,
tiene 18 y si lo que te pasa es que te jode que le gusten los hombres
y no los niños, ya sabes lo que tienes que hacer ¿verdad?
-No… no sé…- el albino sonrió ampliamente
mirándolo -¿Beber mucha leche?
- Sí, eso…- Ryo se rió como si no hubieran
estado hablando de él, porque le importaba dos carajos y
lo cierto es que tenía gracia.
- De eso tengo de sobra, así que no discutan...........
– Dragon se volvió a reír, como si allí
no hubiese pasado nada de lo que había ocurrido momentos
antes, y Ren sacudió la cabeza sin creerse que estuviesen
todos tan relajados de pronto.
-Yo no discuto, compartir es vivir…- Ryo se rió de
paso cogiéndole el botellín de cerveza y pegándole
unos tragos.
-Vámonos…- insistió Slave susurrando a Ren
–No me encuentro bien.
- Claro – le susurró el chico sonriéndole un
poco. – Ya nos vamos. ¿Vienes con nosotros, no? –
le preguntó al albino de manera amistosa, por supuesto, para
no hablar de más delante de Ryo.
- Claro que viene con nosotros! ¿A dónde más
va a ir? – Dragon volvió a quitarle la botella de cerveza
al moreno, sonriendo. - ¿No la trajiste para mí? –
le besó los labios, guiñándole un ojo, y bebiendo
de la misma luego para devolvérsela. – Recuerda que
mañana quiero usar tu ducha.
-¿Y a qué hora es eso?-preguntó el moreno
guardándose las manos en los bolsillos tras vaciarse la botella
y dejar allí el frasco vacío –Que sea por la
tarde…- sonrió levemente mientras lo miraba.
El albino suspirando al observarlos –He venido en coche…
- No me levanto antes... – le aseguró el chico de
cabello rosa, preguntándose si no se daba cuenta ya.
- Dragon.....
- Ya voy, ya voy, cuanto apuro – refunfuñó
el chico, frunciendo un poco el ceño, aunque le daba risa
de todos modos.
Ryo le dio una palmada en las nalgas sonriendo –Por lo menos
que sean las cinco, antes no, porque no estaré…- le
revolvió el cabello metiéndose un poco entre la gente
para ir a decirle a Kevin acerca de la cerveza que se habían
tomado en el almacén.
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