.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 34- Stray No More

Slave se sentó en el suelo de un portal cercano a donde trabajaba ahora Ren esperando a que saliera y se lamió una herida que tenía en el nudillo, mordiéndose un poco el dedo como si eso fuera a provocar que le doliera menos, en vez de crear el efecto inverso. Se sentía alterado de estar todo el tiempo jugando con Dragon y se rió mirando al suelo y recordando el golpe que se había dado al saltar del edificio.

El rubio llegó algún tiempo después, sonriendo luego de verlo allí sentado, y acercándose, agachándose a su lado. - ¿Qué es eso? – tomó su mano, examinando su nudillo.

-De caerme…- le sonrió, besándolo y sujetándole la mano con la suya antes de arrodillarse entre sus piernas para abrazarlo apoyando la nariz en su pelo.

Ren lo abrazó de vuelta. - ¿Caerte? ¿Qué estabas haciendo? No te puedo dejar solo, ¿eh?

-Saltar de un edificio…- lo miró a los ojos separándose un poco y sentándose de nuevo en el portal –Dragon también lo hizo, pero casi se cae…- se rió mordiéndose el nudillo un poco otra vez.

- Pues no sé si prohibírtelo. ¿Qué hago si te mueres? – le sujetó el rostro, besándolo con suavidad. – Lo pensaré. Tengo tu regalo... – le sonrió ahora de manera distinta. – Pero no te lo quiero dar aquí, vamos...

-Vale…- se levantó en realidad un tanto alterado por obtener un regalo de Ren aunque tratando de no hacerlo notar mucho por algún motivo. Se levantó a su lado guardándose las manos en los bolsillos y luego parándose a su espalda mientras caminaban, abrazándolo por detrás y rodeándole el pecho –Sabía que no me iba a pasar nada… si tengo miedo no salto.

- Eso no importa, lo que importa es que yo no quiero que te hagas daño. – le riñó, aunque no estaba molesto. - ¿Te divertiste hoy? Vamos a tomar el bus.

- Y no me hago daño… sólo es un rasguño, fue divertido… y me bañé en la playa también… ¿Dónde vamos?- lo abrazó más, notando que estaba molesto con él y besándole la mejilla desde atrás.

- Vamos a un lugar que solía gustarme. A ver si aún existe- le aclaró, aunque no había pasado tanto tiempo tampoco, pero al ritmo al que iban las cosas, nunca se sabía. – Has estado ocupado sin mí. ¿Y Dragon?

- … creo que quería ir a ver si podía ducharse en la casa de Ryo… Igual se quedó cansado después de estar practicando conmigo, quiere que le enseñe a luchar…- le explicó, pasándole el brazo por los hombros y caminando a su lado pensando que quería ver ese lugar especial para el rubio –Ren…- le pasó la nariz por la mejilla besándole la mandíbula y cerrando los ojos.

- ¿Sucede algo, Slave? – le preguntó, deteniéndose y girándose para mirarlo, a pesar de que le estaban gustando las caricias.

-No… te eché de menos- lo miró a los ojos y desvió la vista -¿Por qué? ¿Te molesta?

-Mírame- le pidió, igual tocando su quijada para que alzara los ojos. - ¿Cómo me va a molestar eso? Vamos, sigamos caminando, la parada está adelante.

-Vale…- siguió caminando, pasando dentro del bus tras Ren y esperando a que pagara por él, ya que no llevaba un duro encima. Tenía que volver a luchar esa misma noche a poder ser. Se sentó atrás del todo con el rubio, sujetándole la mano y apoyándola en su pierna cubriéndola con la propia –He estado pensando en lo de ayer… y me he arrepentido mucho de haberte hecho eso…

- Yo también lo he estado pensando. – confesó el rubio observando cómo le cubría la mano, y luego alzando la mirada hacia su rostro. – De ahora en adelante, debes decirme siempre que tengas dudas o pienses que no está funcionando. Para ser honesto, me sentí un poco engañado, y no me refiero a la prueba.

-¿A qué entonces?- miró su mano apretándola un poco, tenso en realidad porque no comprendía, pero no quería de nuevo volver a sentirse así.

- A que hasta ese momento... estaba seguro de que todo iba bien. Me sentía feliz. – sonrió un poco, al sentir cómo apretaba su mano. – No hubiera imaginado que pensabas otra cosa.

-No pensaba otra cosa, sólo miré a Ryo y me pregunté si no preferirías estar con él. Por eso hice eso… pero no tiene sentido… ya lo sé… No sé, saqué las cosas de quicio porque tenía miedo supongo… - lo miró a los ojos levemente y se echó a un lado recostándose sobre sus piernas –Estaba enamorado de ti… y lo estoy…

- Yo también estoy enamorado de ti. – le acarició el cabello, inclinándose sobre él. – Bésame.

El moreno se alzó un poco en los codos y entrecerró los ojos besándolo, levantándose en los brazos poco a poco para continuar con aquel beso hasta sentarse en el asiento de nuevo -Ren… me duché desnudo en la playa…

El rubio se rió, alargando el brazo para pegarle una nalgadita de medio lado. – Ese cuerpo es sólo mío.... – lo riñó. – Pero no te lo prohibí, no te puedo castigar.

-Puedes… hacer lo que quieras, pero no lo haré más si no quieres…- le lamió la mejilla besándosela y sonriendo porque lo cierto era que lo había dicho para ver si le reñía o no –Quiero pelear esta noche…

- Puedes hacerlo, me gusta verte pelear. Lo disfrutas.... – le acarició la quijada, sonriendo de vuelta. - Me gusta verte disfrutar.

-A mí me gusta verte a ti… sobre todo cuando te excitas…- lo recostó sobre sus piernas como él solía colocarse, y le acarició la cara y el pecho, observándolo mejor y consciente de que ya llevaban mirándolos un rato como si fueran lo más raro del mundo -¿Está cerca ese sitio?

- En la próxima parada – le indicó, notando su mirada y siguiéndola, consciente entonces de lo que sucedía. Se inclinó hacia el asiento de al lado, observando serio a uno de los pasajeros que los observaban, una mujer ya entrada en los cuarenta. - ¿Ve algo interesante? – le preguntó, halando luego a Slave por la correa, y ordenándole. – Bésame de nuevo, más profundamente. – sin dejar de mirar a la mujer.

El moreno se subió sobre sus piernas a horcajadas para besarlo tal y como le había pedido, sujetando las manos a los respaldos y en realidad un tanto excitado porque lo hubiera halado contra él. Lo cierto es que le estaba dando la risa pensar en la vieja aquella, pero se contenía por no desobedecerlo.

Ren lo haló aún más, jugando con su lengua, sin dejar de ver a la mujer de soslayo, cerrando los ojos luego, y soltándolo por fin. – Es nuestra parada – le sonrió, como si no acabasen de hacer nada.

-Vale…- Slave se levantó visiblemente excitado metiéndose una mano por la cintura del pantalón para echar su sexo a un lado y bajándose del bus con cara de salir de una sauna, preguntándose a donde se iban ahora, porque ni siquiera reconocía el lugar. Claro que procuraba no salir de la zona que conocía.

El rubio lo siguió luego de haberle dirigido una amable sonrisa a la señora, que ahora no cerraba la boca, y sujetó a Slave de la mano. – Ven conmigo. – lo haló suavemente, riéndose un poco luego, y enrojeciendo levemente por lo que acababa de hacer. No podía negar que se sentía liberado aunque no fuese algo acostumbrado en él.

-¿Está cerca ese sitio?- preguntó, no porque estuviese cansado ni mucho menos, si no por curiosidad, observándolo reírse porque no era algo que viese tan a menudo. Sonrió apretándole la mano y bajando la vista mientras caminaban, pensando en lo distinto que se sentía todo entre pasar el tiempo con Ren o con Dragon. Se acercó al rubio rodeándole los hombros con el brazo.

- Muy cerca – se recostó contra él, aún con aquella sonrisa entre los labios. – Es dentro de ese parque ¿lo ves? Al fondo, hay un pequeño jardín...... detrás de unos árboles. Es muy callado.

-Como tú…- el moreno se rió besándole el cabello y pensando que igual él también era muy callado y le gustaba esa tranquilidad que le trasmitía el rubio –Ren… - le sujetó la mano de nuevo y echó a correr con él hacia allí.

- Espera, no tan rápido! – le gritó, riendo un poco por lo que hacía, y cambiando de idea. – No, ve más rápido, no importa.

El moreno lo miró y sintió que le entraba la risa. Lo cogió en brazos corriendo con él, hasta llegar a aquella zona del jardín, dejándolo en el suelo delante de él y pensando que allí olía bien, no como en la ciudad. Apoyó la nariz en el cuello del rubio pensando que igualmente Ren olía mejor –Me gusta este sitio… ¿con quien venías aquí?

- Con nadie, venía aquí cuando quería pensar o cuando no sabía qué hacer. ¿Recuerdas e dije que me gustaba alguien, antes de ir a la cárcel? Lo traje a este parque una vez, pero luego, no le quise enseñar este lugar, no sé por qué. No es como que sea privado... – se rió, así mismo, respirando el aire que se sentía allí, y mirando luego a Slave. - ¿Sabes lo que eso significa? ¿Por qué te traje aquí?

-¿Porque me quieres?- lo miró mordiéndose un poco el labio inferior en realidad porque se sentía especial y le daba vergüenza a la vez y de pronto sintiendo celos de acordarse de esa otra persona que de todos modos ya no tenía que ver con él –Y esa persona ¿Dónde está?

- No lo sé, nunca volví a saber de él. – suspiró, sonriendo de nuevo. – Eso no importa. Ahora sólo existes tú, y tú eres el único que tiene acceso a esto. – murmuró, sacando la bolsa que llevaba guardada y de ella, la nueva cadena, moviéndola entre sus manos y mostrándole la plaquita que había hecho inscribir. Por un lado, leía “Slave y por el otro la inscripción aclaraba “Dueño: Ren Takagi”. - ¿Te gusta? Ya no eres un perro callejero.

-Me encanta… - se arrodilló en el campo esperando a que se la colocase y cerrando las manos en sus propias rodillas bajando la cabeza y echándose adelante, apoyando la frente en una de las piernas del rubio.

Ren se la colocó casi solemnemente, acariciando su cabello luego, e inclinándose sobre él, luego, como si quisiera cubrirlo. – No te la quites nunca. Te quiero, Slave.

-No me la quitaré nunca…- tragó saliva abrazándolo con fuerza y tumbándolo bajo él–Te quiero…- le lamió el cuello aguantándose a cuatro patas sobre su cuerpo y dejándose caer sobre él con suavidad, aguantando el peso en los codos mientras lo besaba.

Ren se rió, devolviéndole el beso, cada vez más serio, y cada vez más concentrado en sentirlo. – Hazme el amor, Slave, aquí. No quiero pensar en si nos verá la gente o si está bien, sólo en ti. – sonrió, observándolo. - No tengo que darte excusas, lo harás.

-Todo lo que me pidas… - jadeó excitado mientras lo besaba. Se arrodilló y le abrió la camisa poco a poco observando su piel pálida a medida que la iba descubriendo, excitándose cada vez más sólo con observarlo. Le pasó las manos por el pecho acariciándolo mientras apartaba la tela -Nunca había visto a nadie tan perfecto…- se agachó sobre él de nuevo y le lamió los pezones con fuerza, succionándolos y haciendo que endureciesen, pasando los labios por ellos después para notarlos turgentes contra ellos, dejándose llevar en todo lo que le gustaba hacer tal y como le gustaba hacerlo, como siempre que le daban libertad. Notando cómo la cadena caía sobre el abdomen de Ren y entrechocaban los eslabones. Bajó por su cuerpo, lamiendo toda su piel y deslizando la lengua en su ombligo. Le sacó los pantalones mientras alzaba la vista observando sus pezones, lamiéndole las caderas y sujetándole las manos con las suyas después.

Recorrió su sexo con los labios deslizando la lengua por la punta de este, notando el calor y el sabor de Ren acumulado allí. Estaba chorreando y recogió el líquido con la lengua succionando su sexo sin poder contenerse más tiempo, sin soltarle las manos tampoco, salvo para alzarle entonces las piernas hacia el pecho y empujar la lengua dentro de su ano con suavidad, profundamente, lamiendo allí y haciendo todo lo que ayer en la noche había deseado sin que le permitiese. Claro, que aquello sólo le había creado más ansias lejos de desagradarle.

El rubio gemía, excitado por supuesto, completamente feliz por el momento. – Slave.... sabía... que estarías así.... – sonrió, alzando un poco la cabeza para intentar verlo, trs sus piernas. – Ve... más profundo, sé qué puedes.....

-Sí que puedo…- le sujetó las nalgas con las manos separándoselas y observando la piel rosada, dilatada por las lamidas y completamente mojada. Se acercó de nuevo empujando la lengua dentro de él con fuerza, ansioso, lamiendo dentro de él y apretándole más las nalgas con fuerza. Le lamió los testículos, succionándolos y deslizando los dedos dentro de él, tocando la humedad de su cuerpo y sintiendo el calor.

Cerró los ojos oliéndole la piel y subiéndose sobre él mientras se abría el pantalón –Es por ayer… quiero hacerlo ya…- empujó su sexo ahora desnudo contra el de Ren -¿Puedo ya?

El chico lo observó, deseoso, tanto como él, sentía que su cuerpo ardía a cada toque del moreno, su sexo pulsando contra el suyo. Sin embargo lo miró a los ojos, acariciando su mejilla, y ordenándole. – No, aún noh.... permanece así.... por ahora... – Bajó la mano con suavidad por su mejilla, acariciando luego sus labios y bajando por su quijada hasta la cadena, para atraerlo más hacia él, susurrando al sentir su aliento. - ....y bésame....

Slave lo besó, jadeando contra sus labios y apretando su sexo contra el de Ren sin disimular para nada su desesperación, bajando una mano para rozar su entrada con los dedos, empujándolos dentro de él, aunque sólo se excitaba aún más y se creaba más ansias -¿Ya?- insistió rozándolo con su sexo y arrastrándolo por su abdomen.

- No... ah... deberías preguntarme así.... Me tientas..... – gimió con fuerza porque él no aguantaba mucho más, pero no quería fallarle de nuevo. Y el juego no era desagradable precisamente. – Bésame de nuevo... y te lo diré... – le respondió, con la mirada casi afiebrada y moviendo sus caderas contra el moreno.

-Hmm….- el moreno deslizó la lengua por su quijada y sus labios, empujándola dentro profundamente, acariciando la suya por completo y empujando más su sexo contra el abdomen de Ren, sintiendo el suyo también arrastrándose por sus abdominales al tiempo que Ren movía las caderas contra él -Ren… quiero metértela…- lo miró a los ojos necesitado, besándolo de nuevo después para evitar su mirada directa.

- Puedes hacerlo ahora... – le concedió el chico, alzando su rostro de nuevo, y sonriéndole así como estaba. Lo deseaba casi tanto como él. – Hazlo, Slave. Hazlo como si no existiera nada más en el mundo...

-Ah… aahhh….- el moreno se apoyó en el campo con las manos, empujando su sexo dentro de él todo lo profundamente que podía, primero lentamente, disfrutando de cómo el cuerpo del rubio lo apretaba, mirándolo excitado y levantándose de pie, inclinándose hacia atrás flexionando un poco las piernas y sujetándole las caderas para moverlo contra él. Cerró los ojos en cuanto vio que el rubio apoyaba las manos en el campo y lo movió con más brusquedad pensando sólo en aquello.

- Ah... Slave.... – el chico gimió, entrecerrando los ojos, y crispando un poco los dedos, mientras sentía cómo lo penetraba, observando el cielo por un momento para volver a fijarse en el moreno. – Sigue así.... – le pidió, sintiendo su propio sexo golpear un poco con el movimiento, y cerró los ojos.

Slave subió un poco las manos sujetándole las nalgas y apretándoselas entre los dedos, tirando de él y luego de su espalda, levantándolo sobre él y echando la cabeza atrás mientras lo movía sobre su cuerpo, notando cómo su sexo se arrastraba contra su cuerpo, la cadena entre ambos y el sudor cubriendo su piel. Lo dejó en la hierba de nuevo, girándolo de espaldas a él y apoyándole la mano en la espalda para apretar su pecho contra la hierba, mientras le alzaba las caderas, penetrándolo de nuevo arrodillado tras él. Jadeando con fuerza y echando la cabeza adelante observando su sudor gotear sobre la espalda de Ren.

- Tó... tócame... Quiero sentir tu mano.... – le pidió el chico aunque jadeando y sudando como nunca, pero no era algo malo. Se sentía estremecer sólo con las gotas de sudor del moreno, con cualquier parte de él que lo rozase, su sexo dentro de él, penetrándolo a más no poder.

La mano de Slave se movió a sus propios labios empapándola y luego sujetó su sexo acariciándolo con fuerza sin sujetarlo totalmente, limitándose a tocarlo, dibujando una sonrisa en los labios con algo de malicia a pesar de que ni siquiera podía dejar de jadear y empujarse contra él como buscando alivio. Le apretó los testículos con la mano suavemente y lo tocó de nuevo dibujando la punta con sus dedos y sujetando la otra mano a la zona de su clavícula con fuerza, alzándolo un poco de la hierba al moverse.

Ren dejó escapar una risita jadeante a pesar de todo, porque aquello sólo había servido para llevarlo al borde. – No.... acaríciame Slave, haz que me corra...... – gimió, ante otra de sus embestidas, moviendo un poco la mano hacia atrás, buscando la cadena para halarlo sobre su espalda. – Obedéceme....

El moreno se quedó serio al escucharlo y sentir cómo lo halaba sobre él, excitándose aún más. Apoyó la cara contra su espalda, recostándose casi por completo sobre él y bajando ambas manos a su sexo para masturbarlo mientras acariciaba sus testículos. Le besó la nuca golpeando su pelvis contra las nalgas del chico y jadeando casi desesperado, apoyando los labios contra su espalda sintiendo la saliva resbalando entre ellos mientras sujetaba su piel entre los dientes.

- Ah.... – Ren gimió, estremeciéndose, arrancando algunas hierbas con la otra mano, sin soltar la cadena para nada, más bien apretándola en su puño, sintiendo su sexo caliente entre las manos del moreno, pulsando con urgencia. Abrió los labios, dejando escapar un gemido agudo mientras el líquido blanquecino, corría por entre los dedos de Slave, jadeando luego como podía, aún en medio del orgasmo. – Có... có... rrete..... ah......

- Ahg….Ren…- Slave se echó sobre él por completo, aplastándolo con su cuerpo al sentir cómo lo halaba más, corriéndose en su interior y notándose un poco ahogado, sintiendo más placer con ello y apretando su sexo como reflejo, sintiendo el semen que se iba derramando por los testículos del rubio. Respiró con fuerza sobre él, tranquilizándose y acariciando sus genitales, empapándolos más con el semen de ambos sin salir de él aún, notando las contracciones de sus cuerpos.

El rubio aflojó su agarre sobre la cadena, recostándose totalmente sobre la hierba, sonriendo, y respirando agotado, sin preocuparle lo que pesaba el moreno. Se sentía bien así, bajo él. – Te amo.... Slave...

El moreno sonrió, apoyando una mejilla sobre la espalda del rubio, besándosela con suavidad y apoyándola de nuevo, acariciándose contra su piel y sonriendo. Apoyándose en los codos para no molestarlo y dejando la frente contra su piel entre sus omóplatos –Yo también te amo… -lo penetró una ultima vez frunciendo un poco el ceño y saliendo de él –Tengo sueño…

El rubio sonrió, dejando escapar un gemido al sentir esa última penetración, quisiera que no, y giró un poco el rostro. – Vamos a donde Dragon entonces. No quiero separarme de ti. – se corrigió, ya que en un principio, había pensado en decirle que fueran a su casa.

-Vale, también tengo hambre…- se deslizó sobre su cuerpo y por la hierba, lamiendo el semen entre sus nalgas y por sus testículos, volteándolo y lamiendo su sexo para limpiarlo, cerrando los ojos sin querer mirarlo por si le reñía o algo.

Pero el rubio sólo bajó la mano para acariciar su cabello, estremeciéndose un poco, aún sensible, ante el contacto con su lengua. – Eso está muy bien, siempre debes limpiarme de ahora en adelante.

-Lo haré… me gusta hacerlo…- sonrió lamiéndole el cuello y besándolo con suavidad arrodillándose después y ayudándolo a vestirse.

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro, solo tienes que presionar en Hansa.

foro yaoi

       
   

yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back