.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 20- The Girl U Want

Slave y Dragon llevaban ya algún tiempo sentados en una esquina del callejón pegándose empujones y algún que otro puñetazo en el muslo como si aquello fuera un entretenimiento de lo más normal. El moreno sujetó a Dragon contra él susurrando –Viene alguien…- y esperando en silencio al escuchar los pasos.

Un viejo se puso a rebuscar en un contenedor y luego se fue maldiciendo y como si no los hubiera visto. El moreno soltó a Dragon suspirando, pero el caso es que habían visto el coche de la chica en la calle y estaban seguros de que estaba por allí.

- Ya debe venir, seguro es una de esas que casi se ducha de nuevo antes de salir del coche – suspiró Dragon impaciente y poniéndose de pie. – Seguro que Ren se está aburriendo, ¿no? ¿Crees que se preocupe? No... yo no me preocuparía....se quedó callado, escuchando otros pasos, esta vez de tacones, y acercándose a Slave de nuevo, ahora susurrando. – Creo que está sí es...

El moreno tuvo que hacer un esfuerzo enorme por no reírse del jaleo que estaba haciendo el chico de pelo rosa con tanta duda y miró a la chica mirar hacia el fondo de la calle oscura sujetándose el bolso con fuerza suspirando, parada delante de ellos sin notarlos. La miró de arriba abajo pensando que se veía bien, como una chica fina o algo así. Fuera como fuera, la odiaba. Apretó las manos contra las rodillas aguantándose los deseos que sentía de molerle la cabeza a patadas.

La chica por fin se decidió a atravesar el trecho de aquella calle, puesto que luego debía torcer para ir a por su coche. Cuando hubo dado unos pasos, Slave se levantó, siguiéndola en silencio y lentamente. De todos modos y aunque corriese, podía alcanzarla de una carrera. La rubia miró atrás de soslayo al sentir los pasos, alterándose al ver sólo los ojos de aquel chico tan alto y al lado otro encapuchado del que apenas veía su sonrisa, como lo único claro en la oscuridad que provocaba la capucha. Comenzó a andar más deprisa deseando llegar al cruce.

Dragon aceleró un poco, en realidad controlándose por no echar el plan a perder. Lo cierto es que le daban ganas de corretearla de una vez. Podía notar cómo miraba hacia atrás una y otra vez por ver si seguían allí, acelerando. Claro, que los chicos aceleraban un poco cada vez que ella lo hacía, no tardaría en correr.

Slave le susurró –Síguela- empujándolo con el hombro sólo por jugar, y salió corriendo al ver que ya llegaban al cruce y no podían dejarla escaparse por la otra calle, sólo esperaba que no hubiera nadie. Salió corriendo y pasó por su lado haciendo que ella se encogiera un poco pegando un gritito. El moreno se paró en el pasadizo abriendo los brazos y la chica se quedó mirando atrás a Dragon que iba hacia ella, salió corriendo tan rápido como podía por la calle hacia los almacenes, tal y como habían hecho en predicción.

El chico de cabello rosa, aumentó su velocidad, corriendo ahora aún sonriendo divertido y sujetándose un poco la capucha para que no se le fuera a bajar, por poco riéndose cuando la chica volvió a gritar acelerando.

El moreno los siguió, una vez asegurado de que nadie los había visto y corrió al lado de Dragon mirándolo de soslayo y acelerando el paso hasta ponerse tras ella, haciéndole ver que sólo se escapaba porque la dejaban, haciéndola participe de su demencial juego –Corre puta… te la voy a meter hasta los sesos- le susurró a la espalda empujándola con el pie bruscamente. Sabía que habían dicho que no la tocarían, pero hacerla caer no era nada.

Se levantó con otro gritito, llorando y tocándose las rodillas, gateando unos pasos antes de poder mantenerse en pie y seguir corriendo –Por… fa…vor… - jadeaba nerviosa como si le hubieran arrebatado el habla, corriendo y pegándose a la pared.

Esta vez, Dragon sí se rió, aunque tan bajo como podía, por no llamar la atención, contestando. – con gusto.... – y pateándola de nuevo, aunque no tan duro, como si hubiese malinterpretado sus palabras, observándola tambalearse, y escuchando su quejido desesperado, mientras intentaba escapar de ellos.

Se quedó tras un contenedor de basura pegada a la pared como si pudiera esconderse de ellos o fueran a dejarla por eso.

Slave sonrió bajo la tela de la sudadera, deseando llevársela a Ren para que viera lo asustada que estaba -¿Tienes miedo?- le preguntó encerrándola contra la pared y golpeando con una mano al lado de su cabeza contra el cemento. La chica cerró los ojos –Abre los ojos zorra…- susurró, la chica negando con la cabeza, apretando más los ojos y llorando. Le habría gritado de haber podido, pero como no podía, se apartó de ella, metiendo una mano en el contenedor y arrojándole el contenido de una bolsa basura encima.

La chica se sacudió el cuerpo histérica casi, echando a correr de nuevo tal y como el moreno quería.

Dragon se echó a reír, controlándose tanto como podía, que no era mucho, y echando a correr tras ella también, alcanzándola y comentando como si estuviera de paseo. – Por aquí apesta....

La chica lanzó un grito y aceleró más aún, casi cayendo, y Dragon la dejó ir sólo porque debía seguir el plan.

Slave se rió por lo que Dragon había dicho, pasándose la mano por la nariz sobre la tela. Observando el final de la calle, la puerta del edificio e imaginando que Ren debía estar allí escondido en alguna parte. La dejó correr y sujetó la mano de Dragon con la suya, dejando espacio entre ellos y pegándose a la pared del edificio, saltando y amarrándose a las escaleras de incendios. Tiró haciendo un poco de fuerza para enganchar a Dragon a estas, más que nada porque temía que se hiciera daño y le palmeó el culo para que se diera prisa en subir al tejado. Ahora era el turno de Ren para hacerla entrar allí.

Ella seguía corriendo como si no notase que habían trepado por aquella escalera, demasiado asustada para pensar en algo que no fuera correr. Se detuvo mirando que la calle estaba cortada, echando la vista atrás segura de que la vigilaban en aquella oscuridad, gimoteando un poco.

El rubio permaneció observándola por unos segundos, como si fuera una obra de arte, aunque más bien, saboreaba el miedo en su rostro, en su manera de temblar. Lanzó una lata contra un basurero en el lado contrario, haciéndola girar sobresaltada, antes de salir tras de ella, su rostro manchado de sangre a causa de una cortada que se había hecho en el brazo sólo para ese propósito. – Hay algo que quiero....

- Ahh! – ni siquiera le dio tiempo a terminar la frase, cuando la chica ya estaba huyendo hacia dentro del edificio, en la única dirección a la que le había dejado acceso. El rubio se rió, echando a correr tras ella.

- Déjame devolverlo! – le gritó para espantarla más.

Slave y Dragon se quedaron uno a cada lado de la puerta de la azotea esperando a que se abriese, dejando pasar a la chica. El moreno le susurró al chico –Recuerda hacer como si no vieras a Ren…- como si no hubiera sido idea suya pero era una forma de recordárselo a sí mismo, ya que se le hacía muy difícil dejar de mirarlo cuando estaba cerca. O simplemente cuando escuchaba su voz –Tengo más…- recordó de pronto sacando el botecito que le había dado Kevin, ponía “esencia de coco” pero era droga. Se la llevó a la nariz y echo la cabeza atrás pasándosela a Dragon y escuchando los pasos aceleraros por las escaleras, los golpes contra las puertas y los jadeos femeninos.

El chico esnifó, regresándola, y sonriendo maliciosamente, casi en posición de querer saltarle y atacarla.

- Aléjate de mí!!!! – se oyó gritar a la chica, mientras llegaba a la puerta, y luego la voz de Ren tras ella. - Fue tu culpa! Estoy muerto por tu culpa! – las palabras llenas de odio verdadero, como si se le hubiese olvidado que estaba actuando.

Aún así, a Dragon casi le da la risa de nuevo, pero se compuso a tiempo de ver a la chica entrar, aunque el rubio se había quedado atrás sólo para confundirla.

Slave se levantó de la pared y la miró girando a su alrededor haciendo que ella girase entorno a sí, asustada, jadeante y sin saber qué demonios hacer –Déjame…- casi gimió más que exigirle.

-No…- el moreno negó con la cara abriéndose el jersey para que lo viese bien –A no ser que hagas lo que yo te diga. ¿Lo harás? ¿Harás lo que yo quiera?- alzó un poco la cabeza mirando al cielo, ni siquiera le hacía falta vigilarla para saber que jamás atravesaría la puerta de nuevo con Ren allí, Dragon cerca. Pero no quería que Ren la tocara, no quería que él fuese a perder los estribos. Se sentía embebido por la droga.

- Yo creo que sí lo hará... – Dragon le pasó por detrás, alzando un mechón de su cabello, jugando, y la chica se echó hacia atrás.

- No! – se apartó, mirando a la puerta, pero allí estaba Ren de nuevo, sonriendo de una manera no muy amistosa. El rubio dio otro paso hacia delante.

-¿No?- Slave sonrió como si le hubieran dicho algo bueno y se giró mirando un barril metálico lleno de escombros. Alzó una mano atrás, girando el cuerpo y le pegó una patada, haciendo saltar varios del interior y hundiendo el metal. La chica se encogió y él avanzó hacia ella de golpe, haciéndola retroceder aunque no tenía a donde si no era la cornisa, parándose frente a su cuerpo -¿Sabes qué pasaría si te pego una patada así en el estómago, furcia!?- le sujetó la cara con los guantes de cuero, abarcándola completamente con su mano y la empujó contra Dragon antes de que pudiera tocarlo, por si acaso fuera a arañarlo.

- Se te revientan todos los intestinos. O más.... A mí me gustaría verlo. – se rió, sujetándola y girándose, lanzándola de cara contra el piso, justo a los pies del rubio, que ahora estaba con allí, con ellos.

-Estáis con él! Tú los has traído… psicópata….- alzó la cara mirando al rubio sin poder levantarse del suelo con lo que temblaba.

-¿De qué hablas jodida loca?- el moreno miró a Dragon haciéndose el loco –Has escogido a una puta muy jodida…- le apoyó la bota en la espalda apretándola contra el suelo y haciéndola arañar el cemento por el dolor en la columna y las costillas. Miró alrededor con toda la tranquilidad del mundo, observando varios botes de los hombres que habían ido a fumigar –¿Me traes eso?- le preguntó al chico de cabello rosa inclinando la cabeza a un lado –Tráeme varios…

- Claro! – exclamó entusiasmado, riéndose y aliviado de que Slave lo mandara a hacer algo, porque no se hubiera podido aguantar tan bien como él, a pesar de que era su idea.

- He estado contigo todo este tiempo... – le continuó sonriendo el rubio como si nada. – Mírame... quiero devolverte lo que me diste, ¿no lo quieres?

- No! No es... – la chica se tapó la cara gritando, ya ni se sabía si era del dolor o del miedo, y Dragon le acercó a Slave lo que pedía, yendo a arrodillarse luego al lado del rubio, sin mirarlo, haciendo el esfuerzo y alzando la cabeza de la chica por el cabello. - ¿Con quien hablas? Jo... pero si aún no hacemos nada.... ¿ya se volvió loca? – miró a Slave como si no lo comprendiera.

-Está como una cabra…- se rió un poco apartando el pie de encima de ella, agachándose delante de Ren como si nada, aunque realmente le costaba y más al sentir su olor. Cogió uno de los botes que le había traído el chico y la miró a los ojos oliéndolo, olía a puro veneno –Chupa esto… lámelo… vamos…- se lo pasó por los labios y ella lloriqueó cerrando la boca sujeta por el cabello por Dragon –Hazlo!- empujó el bote contra sus labios, golpeándoselos entre los dientes y el metal, haciéndole abrir la boca y comenzar a lamerlo –Vamos…o te arranco los dientes con él - lo empujó dentro de su boca notando lo mucho que debía abrirla para tragárselo, los dientes rozando el metal con un sonido casi chirriante, su cara de desesperación imaginando por un momento la cara que Ren debió haber tenido con todo aquel abuso, el miedo. Frunció el ceño deseando matarla a golpes.

Dragon se echó a reír, observándola. – Así está bien ¿eh? El juego se llama “O haces lo que te digamos o te pasa algo peor” Y mejor no averiguar lo peor... – le susurró al oído, sujetando su cabello con más fuerza, casi retorciéndolo en su mano.

El rubio permanecía observándola, disfrutando de aquello. Miró el rostro de Slave y volvió a bajar la cabeza, porque casi sonreía al ver su determinación. – No volverás a ignorarme... estaré a donde mires, siempre. – le susurró a la chica, como si lo que estaba sucediendo fuera sólo incidental.

Slave se levantó, inclinando la cabeza mientras la miraba –No la dejes sacárselo… así está más guapa… y grita menos…. - Se paró a su espalda agachándose de nuevo y notó su resistencia mientras le sacaba la ropa interior, cómo sacudía las piernas. Lo cierto es que a él le estaba dando tanto asco como a ella seguramente, pero iba a saber lo que Ren había sufrido. Le metió uno de los botes en la vagina y lo empujó haciendo fuerza hasta metérselo por completo dentro, notando como ahogaba un grito con el bote –No te preocupes… ahora viene lo mejor…- susurró apoyándole uno contra el ano y levantándose, apoyando un pie contra él y pisándolo a golpes, metiéndoselo de ese modo y seguramente desgarrándola, no merecía menos –Ya puedes soltarla… - se puso de pie observando la patética visión –Puedes sacártelos… sácalos…

La chica se sacó el bote de la boca con los labios sangrando y tratando de sacarse aquellos botes de su cuerpo, jamás había visto a nadie tan desesperado. Llorando angustiada y liberándose del bote en su ano, ensuciándose y manchándose las manos mientras trataba de sacar el de su vagina –Encima se está meando… qué asco… - Slave se alejó un poco de nuevo casi acercándose a Ren, finalmente pegándose a Dragon con el bolso de la chica en la mano. Tirando las cosas por cualquier lado y cogiendo el dinero de la cartera. Guardándoselo en el bolsillo y mirando el lápiz de labios en el suelo.

Dragon siguió su mirada, tomando el objeto y observándolo, acercándose a la chica de nuevo, que gimió, tratando de echarse atrás desesperada, pero Dragon volvió a sujetarla, alzando su rostro, y pintándole la boca de manera bastante exagerada, riendo. – Anda, que te trato de ayudar, no quieres verte fea, ¿o sí? – “cuando te encuentren” – pensó, aunque sin añadirlo sólo por obligarla a seguir obedeciendo. Colocó el labio frente a su boca pintarrajeada y lastimada, ordenándole. – Lámelo.... anda, hazme una demostración de cómo se lo haces a tu novio, quiero ver. – La chica sólo gimió de nuevo, llorando, e Dragon le apretó el cabello de nuevo. – Hazlo! O le voy a pedir que te meta algo más grande esta vez... ¿qué dices? ¿Quieres otro? – preguntó, volviendo a reírse, al ver que la chica sacaba tentativamente su lengua empezando a lamer el lápiz como si fuera un miembro de veras. – Así, así, seguro que la tiene de ese tamaño tu novio...

Slave se rió observando la macabra escena y cómo Dragon se divertía –Déjala que se marche ya, tenemos el dinero…- el moreno la miró esperando a que Dragon la dejase y observando la puerta de la salida del edificio, preguntándose qué haría ahora, si se atrevería a pasar por delante de Ren.

- ¿Ya? Y apenas nos hacíamos amigos... – el chico la soltó empujó el lápiz contra su boca aplastando el labial y la soltó por fin, poniéndose de pie. – Bueno, ya vete pues. A ver si corres tan rápido como antes.

Observó cómo la chica se equilibraba sobre sus manos, tratando de levantarse y emitiendo quejidos por el dolor, sin dejar de llorar, pero Ren le cortaba el paso, observándola, susurrando. – No puedes irte..... aún no te lo he devuelto, lo que me diste. Adonde vayas te seguiré.

-¿Por qué no te vas?...- el moreno sonrió mirándola, jadeando y observando a Ren como si no pudiera más ya. La empujó con dos dedos por la espalda acercándola a la cornisa y entonces ella se apartó de golpe como percatándose de que moriría si no hacía algo, tratando de amarrarse al moreno que se apartó de ella para que no lo tocase -¿Qué haces? ¿Por qué me agarras? Deberías estar huyéndome!- se echó delante de golpe y la chica se echó atrás corriendo un poco aunque maltrecha -¿Por qué no acabas con esto?... – siguió avanzando hacia ella y la chica tirándose de las ropas y negando con la cabeza mientras gimoteaba caminando hacia atrás.

- Yo creo que le gustas... debo tener razón acerca de su novio.- se rió Dragon, terriblemente divertido, evitando que retrocediera más.

- ¿Por qué no lo haces? Es tu culpa, es la única manera de pagarme. Lo hiciste... – Ren avanzó hacia ella, sus ojos llenos de odio, una mano extendida hacia ella. – Déjame devolvértelo.

-No me toques! No me toques!- la chica se apartó tratando de acercarse a Dragon, al propio chico que la había estado torturando, hasta eso era mejor que aquel delirio. Slave se acercó a ella rozando la mano de Ren con el brazo. La rubia abrió los ojos seguramente tan asustada que no pudo asimilar que el rubio realmente estaba allí, pensando que realmente sólo ella lo veía. Ren extendió un poco más la mano y ella dio un paso atrás, gritó al resbalar por la cornisa. Sujetándose con las manos del cemento.

El rubio se acuclilló frente a ella, murmurando. – Déjate ir. Nadie va a ayudarte....

Y Dragon contradictoriamente, se arrodilló, dándole una mano. – Anda, dame tu mano y te subo. Claro que eso significa más tiempo de juego para nosotros, ¿qué eliges? – se rió, aunque no tenía intenciones de subirla. Sólo quería ver qué tan patética era.

- Vas a morir de cualquier manera..... me lo debes – Ren susurró de nuevo, extendiendo la mano hacia su rostro y apresurando su decisión.

Slave se quedó de pie tras Ren observándola y la chica le tendió la mano a Dragon. Claro, que no tenía fuerza para mantener el propio peso de su cuerpo con sólo una y este descolgó violentamente de una sola ahora, gritando, balanceándose un poco. El moreno se rió con las manos en los bolsillos inclinándose adelante para verla mejor. La chica lo miró, rogando por su ayuda pero al escucharla sólo podía pensar en Ren pidiendo ayuda.

-Por favor… por favor… os… os daré dinero… os…

–Muérete ya…

- Y allí abajo... te estaré esperando... – le sonrió Ren disfrutando de su cara de terror y desesperación, mientras Dragon se inclinaba para sujetarla de la mano con la que se aferraba, sólo para soltarla y dejarla caer antes de que pudiese sujetarse a él. El chico cayó hacia atrás, sentado de nalgas, y riéndose, dándole gracias al cielo de no haberse inclinado más.

Slave le apoyó la mano en la cabeza a Dragon empujándosela a un lado -¿Y si te hubieras caído? Baka…- se rió, mirando la espalda de Ren aún sin dirigirle la palabra porque parecía demasiado pendiente de otras cosas. De cualquier modo él sabía lo que se sentía al matar, aunque nadie le hubiera dado el golpe final, fuera como fuera, sabía que no era agradable pero Dragon se reía y Ren…

 

 
 

Tambien puedes dejar tus comentarios y opiniones en la sección de este fic en el foro, solo tienes que presionar en Hansa.

foro yaoi

       
   

yaoi shop, yaoi t-shirts, uke t-shirts, wings on  the back