.Novela homoerótica para mayores de edad.
 
Capítulo 11

Dance Like You mean It

-Dios… qué patéticos todos…- suspiró el rubio fumando un cigarro y cruzando los pies sobre la mesa un poco harto de tanta entrevista, lanzando las hojas sobre la mesa-¿Cuántos quedan?

-Aún cinco… - se rió el moreno que estaba con él, sentándose a su lado y repasando las fichas –El último más o menos dentro de veinte minutos…

-Aj! No lo soporto! Que lo hagan tan mal… - se pasó las manos por el pelo revolviéndoselo un poco y luego peinándoselo de nuevo, revisándose en un espejo.

-Bueeeno… aún quedan cinco, Kevin.

-Ya… aún hay esperanza…- el rubio se rió un poco mejor dedicándose a pintarse las uñas.

……….


Ryo tomó aire frente al espejo, peinándose el corto flequillo castaño hacia delante con la mano después de ducharse y secárselo con la toalla. Se subió los jeans, le quedaban bastante justos y casi sentía los múltiples rasgados en las nalgas y los muslos como un alivio. Se ató las botas negras y se levantó de nuevo pasando al salón del pequeño dormitorio y poniéndose una camiseta rasgada por los brazos y el abdomen guardándose el mechero en el bolsillo y saliendo del piso, bajando las escaleras de madera rápidamente.

Llevaba años preparándose para eso. Estudiando sin parar, libros de todas clases e incluso acudiendo a ciertas charlas y academias. Lo tenía todo listo a la perfección, no creía posible que hubiera fallo alguno. Iba a conseguir el trabajo de su vida cayera quien cayese. Y esto era sólo el primer paso.

……………..

-Eres Ryo ¿verdad? Ven conmigo - preguntó el moreno en la entrada del pub a esas horas desierto.

-Te sigo- se levantó y miró a su alrededor atento al aspecto del local, esperando mientras entraban en la salita. Observó al rubio que estaba en la mesa con las piernas cruzadas encima. Lo saludó estrechándole la mano aún así y el rubio le señaló la silla.

-Me llamo Kevin, Ryo… dices que tienes 33 años…has estudiado baile exótico por un año… y ¿ballet?… ¿eso?

-Así es, encantado- el moreno sonrió por la cara con la que le había mirado al decir ballet. -¿Sabes que no necesariamente se danza en mallas?

-¿Eh?... sí…sí- se rió el rubio mirando la ficha sacudiendo un poco la cabeza pensando que parecía todo un elemento -¿Por qué no te quitas la camiseta?

-O.K.- Ryo se levantó cruzando los brazos sobre su abdomen y se sujetó la camiseta por los bordes quitándosela y dejándola sobre la mesa, revolviéndose un poco el cabello con la mano, inclinando la cabeza. Miró al chico con sus ojos azul verdoso clavados en los suyos sin ninguna duda en su mirada, sonriendo entonces al cruzarse con su mirada. El rubio le hizo un gesto con la mano para que se girase, devolviéndole la sonrisa sin poder evitarlo, al ver aquella sonrisa tan dulce y en cierto modo infantil en un hombre así, apoyándose la mano delante de los labios sumamente serio porque tenía un cuerpo que dejaba sin palabras.

El moreno se volteó bajando un poco la cabeza y sonriendo aun más, la verdad es que le resultaba muy divertido saber que lo estaban observando así. El rubio miró al otro chico riéndose por lo bajo y observando a Ryo, guiñándole un ojo al moreno que puso música –A ver… sube a la mesa y baila un poco… - trató de hacerse el serio tapándose los labios con las manos.

Ryo se quitó las botas y apoyó la mano en la mesa metálica. Saltó encima de ese modo, mirándolo a los ojos mientras se ponía de pie sobre ella bailando para él, acariciándose el pecho y las nalgas. Pasándose las manos desde las rodillas hasta las ingles con fuerza, arrastrando la tela y ciñéndosela al cuerpo abriéndose el cinturón y desabrochándose los jeans bruscamente.

Girándose de espaldas mientras bailaba, dejando que fuera escurriéndose por sus piernas mientras tiraba del cinturón. Lo sujetó en su mano pasándolo por su propio cuello, echando la cabeza atrás y desprendiéndose de los jeans, dejándolos escurrirse por sus pies. Se golpeó la espalda y luego las nalgas con el cinturón, el cuero restallando contra su piel, apretándolo con fuerza con las dos manos luego, por debajo de sus nalgas, deslizándolo entre sus piernas y observándolo de soslayo. Soltando después el cuero al suelo, bajándose un poco la ropa interior por atrás, mostrándole parte de sus nalgas, subiéndosela lentamente de nuevo, dejando que se colase un poco la tela entre ellas.

Se volteó hacia el rubio, mordiéndose un poco el labio inferior, bajando un poco la cabeza y deslizando las manos por el cabello adelante, revolviéndoselo de nuevo, echando las caderas adelante y bajándose un poco la ropa por ellas mientras continuaba el baile.

-Vale… ¿Qué llevas ahí?- el rubio se destapó la boca, rojo como un tomate, riéndose con aspecto de estar excitado. Ryo se acuclilló delante de él sin dejar de mirarlo, apoyándose los brazos en las rodillas.

-23 x 7- contestó como si nada, mirándolo a los ojos con una leve sonrisa –pero así… 19 x 5 y medio centímetros…más o menos ¿está bien?

–Oh…sí, mucho- el rubio se rió feliz por la información aunque había sido una pregunta retórica, cosa que por otra parte Ryo sabía de sobra aunque se hiciera el inocente, y su novio se paró a su espalda apretándole sádicamente el hombro haciéndolo inclinarse un poco del dolor aunque aun sonriendo y disimulando, continuando por fin con lo que debía hacer -… está claro que no te importa bailar en ropa interior… ¿no?

-Me encanta…- le aseguró sin dejar de mirarlo, tranquilo como si estuviese vestido y sentado en su silla.

-Bueno… puedes vestirte…- el rubio sonrió un poco -¿Un cigarro?

-Por favor- Ryo esperó, entreabriendo los labios y el rubio le colocó uno entre los labios acercándole luego el mechero. El moreno le dio una calada encendiéndolo y se bajó de la mesa de nuevo, vistiéndose sin ninguna prisa. Apoyando el cigarro sobre el cenicero mientras se ponía la camiseta, dejando escapar el humo y tomándolo de nuevo, sujetándolo entre los labios mientras se abrochaba el cinturón –Puedo empezar esta noche mismo- Anunció por si tenía suerte y lo cogían, dándolo todo, como siempre que perseguía algo con ahínco. Sin reparo alguno.

-Vale… es tuyo… desde las doce a las tres, tres días libres… y esta es la paga… junto con tu contrato… Vigila que te parece bien…- el moreno se sentó leyendo las hojas, viendo que aclaraba como algo importante jamás revelar nada de lo que sucediera en Catkill -Vigila… muy bien… que te parezca bien…porque después no quiero que hayan problemas…

El moreno lo escuchó, desde luego comprendiendo, pero le sonrió contrariamente a lo que pensaba, firmando el contrato –Me parece perfecto…gracias- le devolvió los papeles.

-Bien, esta noche a currar, chico… - le dio la mano y Ryo se la apretó estrechándosela –Te pones en la barra para sustituir al chico que estaba allí, hace tres días que no viene… Y… ¿la ropa?- pregunto mirando al moreno que estaba con él. El chico le dio una bolsita y se quedó a su lado.

-Lo acompaño a la puerta… ponte esas botas que llevas ahora.

-Sí, eso… ponte botas- le recordó el rubio que aún estaba con el pensamiento lejos.

-hasta luego, Kevin…- Ryo le sonrió y se fue con el moreno hasta el exterior, apretándole la mano también al despedirse. Saliendo al exterior y tirando el cigarro al suelo sonriendo feliz por salirse con la suya y mirando dentro de la bolsa observando tan sólo un calzoncillo de látex negro y unas muñequeras y tobilleras de pinchos –Wow… a mi madre le encantaría ver esto- se rió rascándose la nuca y sacudiendo un poco la cabeza dirigiéndose de vuelta al piso poniéndose unas gafas de sol.


 
 

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